Aseguran que la Ciudad de Buenos Aires compró barbijos vencidos
Según una investigación realizada por Infobae, fuentes de la empresa 3M señalaron que los elementos sanitarios, habían sido fabricados en 2013 y tenían una vida útil de tres años.
El escándalo que se generó por la compra de 1.600 barbijos por parte del Gobierno de la Ciudad con supuestos sobreprecios a la empresa Green Salud, creada en octubre de 2019 y sin antecedentes en el rubro, acaba de tomar una dimensión inesperada. Según publicó Infobae, fuentes de la empresa 3M, confirmaron que los barbijos estaban vencidos desde mayo de 2016. Los mismos, fueron fabricados en mayo de 2013 y tenían una vida útil de tres años, por lo que deberían haber quedado fuera de circulación a mediados de 2016.
La problemática se generó a partir de un supuesto sobreprecio. Luego de dos licitaciones desiertas, la firma Green Salud, del abogado Ignacio Sáenz Valiente, le vendió a la Ciudad 1.600 barbijos de la marca 3M a $3000, muy por encima del valor de mercado pese a las condiciones de urgencia. De hecho, una prepaga de primer nivel compró en los últimos días un modelo similar de la misma marca a menos de $1000, según publicó Infobae.
La empresa Green Salud debutó literalmente con la venta de barbijos a la Ciudad. De hecho, según la investigación que llevó a cabo el medio porteño, no registraba ventas anteriores a la Ciudad. El periodista que encabezó la investigación, consultó con registros públicos y tampoco figuran compras o licitaciones previas con el gobierno bonaerense ni con el gobierno nacional.
La firma de Sáenz Valiente no solo aprovechó la pandemia para vender más caro sino que comercializaba productos ampliamente vencidos. La empresa que produce los barbijos, la multinacional 3M, se encargó de averiguar los detalles de la maniobra y terminó descubriendo que la partida entregada, del modelo 8577, fueron fabricados en mayo de 2013 y no pueden ser utilizados. De hecho, según la información que publicó el diario nacinoal, la empresa estadounidense le habría comunicado a las autoridades de la Ciudad que se abstuviera de utilizarlos.
Los barbijos de la polémica estarían actualmente en un predio del Ministerio de Salud ubicado en Monasterio 480, uno de los domicilios allanados la semana pasada por un pedido del fiscal Maximiliano Vence. Son 150 cajas de diez unidades cada una. La empresa 3M también le hizo saber a las autoridades porteñas que Green Salud no es ni fue cliente suyo por lo que habría obtenido los barbijos a través de una empresa intermediaria.
La firma que vendió los barbijos está a nombre del abogado Ignacio Sáenz Valiente y de una empleada administrativa, Laura Jumerosky, que aparece en otra docena de empresas creadas por ambos como “Green Digital Services”, “Green Cocktails & Dreams Sa” y “Green Import & Export SA", entre otras. Todas las empresas de Sáenz Valiente llevan la palabra “Green”. No es casualidad: el excéntrico abogado, que heredó la conducción del estudio tras la muerte de su abuelo y de una grave enfermedad de su padre, tiene un apodo muy particular: “El verde”.
¿Por qué? El motivo se remonta a fines de la década del 90’, cuando “El Potro" Rodrigo aparecía en los set televisivos con el pelo teñido de color verde. Sáenz Valiente, por entonces un joven de apenas 20 años, decidió imitarlo y apareció un día en el estudio con ese mismo look. A partir de ese día sus compañeros lo apodaron “El verde” y la palabra “green” apareció en todas las sociedades. En el mundo empresarial es más conocida su faceta excéntrica. Los que lo conocen cuentan que es fanático de la marca Harley Davidson y suele trasladarse en aviones privados.
Por la polémica compra, ahora suspendida, tuvo que presentar su renuncia el subsecretario de Administración del Sistema de Salud, Nicolás Montovio, un joven funcionario que tuvo un paso por el ministerio de Seguridad y tenía buenos antecedentes. El jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta aceptó su renuncia y ordenó realizar una investigación interna “para garantizar que no hubo perjuicios económicos contra el Estado”. Llamativamente, luego del escándalo, la empresa de Sáenz Valiente ofreció donar los barbijos a la Ciudad, los mismos que quería vender a $3000. La firma también quiere rescindir el contrato cuanto antes.