Los ocho rugbiers que terminaron con la vida de Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell, se encuentran presos en la Alcaldía de Melchor Romero, repartidos entre cuatro celdas distintas, acusados de homicidio doblemente calificado por alevosía. 

A raíz de esta cuarentena obligatoria a la que fue sometido todo el país, los ocho implicados, Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Blas Cinalli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz, Luciano Pertossi, Matías Benicelli y Lucas Pertossi, perdieron el privilegio de recibir visitas y se complicó la posibilidad de una salida transitoria.

Hugo Tomei, el abogado de estos ocho sujetos, habló sobre este tema y aclaró que: "Mis defendidos no ingresan, por ahora, dentro de las excepciones impuestas por la Corte en su resolución relativa al virus". Además confirmó que debido al COVID-19, no podrán ver a sus familiares hasta nuevo aviso.

Finalmente, fuentes policiales confirmaron que los sospechosos no están saliendo de sus celdas, ni tampoco reciben alimentos que no provengan de las encomiendas que les envían sus familiares. También se supo que los rugbiers pasan el tiempo haciendo ejercicio en las celdas y jugando a las cartas.