Los restos óseos encontrados en el río Tragadero, en el Chaco, no podrán ser identificados por medio de análisis genéticos, según informó el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). El organismo ratificó que los huesos presentan un "extensivo grado de calcinación" que impide recuperar material genético cuantificable. Se trata de una prueba clave para determinar si los restos pertenecen a Cecilia Strzyzowski, la joven de 28 años que fue vista por última vez el 1 de junio del corriente año y que se presume que fue brutalmente asesinada.

La investigación apunta a la familia Sena, un clan liderado por el dirigente social Emerenciano Sena, padre de la pareja de Cecilia, Cesar, quien también estaría involucrado.

El EAAF recibió 16 sobres con muestras óseas del río Tragadero y procesó 12 de ellas con los métodos más estrictos según sus protocolos. Sin embargo, no logró obtener resultados reportables. "En nuestra larga experiencia de 20 años procesando restos óseos, considero que en la actualidad es altamente improbable recuperar información genética de los restos remanentes", sostuvo Carlos María Vullo, del EAAF, en una nota dirigida al fiscal del caso. Y agregó: "Considero que es poco probable que otros laboratorios puedan obtener resultados reportables en dicho material óseo".

La falta de identificación genética complica la investigación y deja abierta la incógnita sobre el destino de Cecilia Strzyzowski, cuya familia reclama justicia y verdad.