Un clan narco con antecedentes delictivos que operaba en una villa de emergencia del oeste del Gran Buenos Aires, fue desbaratado durante un megaoperativo que consistió en múltiples allanamientos en varios búnker de venta de drogas, donde secuestraron “cocaína rosa”, entre cientos de dosis de sustancias ilegales.

El procedimiento fue llevado a cabo luego de meses de investigación, en busca de desarticular una empresa familiar delictiva dedicada al tráfico de estupefacientes.

Las tareas desplegadas previamente para identificar a la organización criminal, consistieron en recopilar información, con seguimientos, observaciones en profundidad, fotografías y filmaciones e incluso la aprehensión de posibles “clientes”.

Los investigadores determinaron los puntos de venta de sustancias ilegales y los diferentes roles que se repartían los distintos integrantes de la banda, dentro de un orden jerárquico, en una cadena de mando.

Personal de la Superintendencia de Drogas Ilícitas, con un total de 80 efectivos, un minibús identificable, 10 filas de infantería, más uniformados y medios de la Superintendencia de Comunicaciones con un camión operativo con potencia informática y portátiles un dron y un helicóptero, estuvieron a cargo de las capturas.

Las autoridades diagramaron un dispositivo de alta complejidad, teniendo en cuenta el grado de peligrosidad de los delincuentes y los tomaron por sorpresa dentro de los “kioscos de drogas”, sin darles oportunidad de resistencia alguna.

Posteriormente, procedieron a asegurar los lugares, contando con la colaboración de policías del área de seguridad y medios logísticos de la Secretaría Ciudadana de Protección del municipio, partiendo de las respectivas exigencias personales y patrimoniales, se destacaron resultados positivos al recolectar alrededor de 4 mil envoltorios que contenían cocaína y pasta base.

Además, los funcionarios policiales incautaron bolsas ziploc con droga conocida como “tusi” o “cocaína rosa”, 3 kilos de marihuana y alrededor de mil envoltorios de nailon negro, valorados en 300 mil dólares en efectivo y teléfonos móviles.

Con información de Diario Crónica