"Un Puente al Empleo”, es el proyecto que presentó Sergio Massa en la Cámara de Diputados. El mismo se centra en dos beneficios principales: por un lado, propone la reducción de hasta el 100% de las contribuciones patronales para las nuevas relaciones laborales por hasta 24 meses por cada empleado, considerando como tope máximo la suma equivalente a dos salarios mínimos por cada uno y con una nómina tope incremental de 5 a 20 empleados.

Es así como de manera complementaria, se promueve un esquema de protección y regularización de situaciones laborales precarias, para que las MiPyMES puedan regularizar relaciones laborales vigentes e iniciadas con anterioridad a la ley. Así las empresas podrán rectificar la remuneración real. 

Además, podrán subsanar la baja del Registro de Empleadores con Sanciones Laborales (Repsal) y obtendrán la cancelación de la deuda por capital e intereses y multas por falta de pago de aportes y por las relaciones laborales registradas irregularmente. Para no afectar a los empleados incluidos en la regularización, el Estado computará los aportes no ingresados por los empleadores por hasta por 60 meses.

Para poder acceder a estos beneficios, las Mipymes no podrán reducir la nómina laboral ni tener ningún empleado no registrado; no podrán registrar obligaciones previsionales de pago líquidas y exigibles por seis o más períodos fiscales, teniendo la posibilidad de regularizar esta situación dentro de los 30 días de la intimación administrativa y no podrán registrar sanciones laborales que impliquen que sean incorporados en el Repsal.

La construcción y la industria manufacturera son los sectores de mayor desarrollo, concentrando dos de cada tres de estos nuevos puestos de trabajo, lo que los hace grandes beneficiarios de esta iniciativa.