El policía bonaerense Luis Oscar Chocobar (34) fue condenado a dos años de prisión más cinco de inhabilitación para ejercer como funcionario público luego de haber matado a Juan Pablo Kukoc (18). El hecho ocurrió hace dos años y medio, más precisamente el 8 de diciembre de 2017, cuando Chocobar mató al ladrón Kukoc por robarle y acuchillar a un turista estadounidense en el barrio de La Boca

El Tribunal Oral de Menores 2 de Capital Federal consideró a Chocobar autor del delito de homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber. Al ser una pena menor de tres años y un día, la prisión queda en suspenso y el agente bonaerense no irá a la cárcel, excepto que en el transcurso de este tiempo tenga otro problema con la ley. Los argumentos de los jueces se conocerán el 10 de agosto. Tanto la defensa de Chocobar como la querella ya adelantaron que apelarán con un recurso ante la Cámara de Casación.

“Estoy tranquilo por la gente que me apoya. La Policía de la Provincia tiene unos huevos impresionantes, nada más, no voy a decir nada más”, fue lo único que dijo Chocobar al salir de Comodoro Py, ya culpable. El veredicto se conoció este viernes por la tarde. Los jueces también condenaron J.P.R., el cómplice de Kukoc en el ataque al turista Fran Joe Wolek, atrapado días después del hecho, a nueve años de prisión por el delito de tentativa de homicidio criminis causa y tentativa de robo.

El Tribunal consideró que Chocobar no tuvo intención de matar a Kukoc y que los hechos se dieron como los interpretaron la fiscal de juicio Susana Pernas en su alegato y su colega de instrucción, Marcelo Martínez Burgos.

“Lo más importante es que el tribunal dictó una condena. Esto quiere decir que los jueces consideraron que lo que hizo Chocobar es un crimen, que ningún policía puede hacer lo que hizo Chocobar, que eso está prohibido y es delictivo. La condena impide que Chocobar siga siendo policía, y que porte un arma, para lo cual evidentemente no estaba capacitado. Eso es una garantía y un mensaje importante para toda la sociedad". expresó Pablo Rovatti, titular del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico de Víctimas de Delitos de la Defensoría General de la Nación, en nombre de la madre de Kukoc.

Antecedentes

Todo comenzó la mañana del feriado 8 de diciembre de 2017 cuando el turista estadounidense Frank Joe Wolek (57) caminaba y sacaba fotos por la zona turística de Caminito. Allí fue abordado por Kukoc y un cómplice menor, quienes le robaron la cámara y le asestaron una decena de puñaladas en el pecho. El turista quedó herido y, mientras pedía ayuda, los dos jóvenes asaltantes huyeron corriendo para diferentes lados.

Uno logró escapar, pero Kukoc fue interceptado por Alexander Motta Ramírez, Enrique Ezequiel Espinosa y Jonathan Daniel Conde, quienes lo persiguieron (dos en moto y una a pie) y recuperaron la cámara y golpearon al ladrón. Simultáneamente, Luis Oscar Chocobar salía de su casa para ir a trabajar a una dependencia de la Policía Local en Avellaneda. Vestía de civil. Vio a Wolek herido y a los vecinos correr tras Kukoc y fue hacia allí.

Llegó a la esquina y vio el forcejeo entre los vecinos y Kukoc. Gritó “alto, policía” y disparó tres veces de manera intimidatoria con su arma reglamentaria, una pistola calibre .9 Bersa “Thunder”. Kukoc no acató la orden y salió corriendo por Irala. Chocobar lo siguió y al doblar por la esquina volvió a disparar varias veces, al menos en cuatro ocasiones.

Mientras el ladrón corría recibió dos tiros a una distancia aproximada de siete metros: uno ingresó en la pierna izquierda a la altura del fémur y el otro en la cintura, del lado derecho, y salió por el pecho. Las pericias balísticas hechas durante el juicio -que comenzó el 9 de octubre pasado- también comprobaron que los tiros rebotaron en el suelo. También se hallaron balas incrustadas en el frente de una panadería, a una altura de 1 metro y 2,40 metros respectivamente.