Cristina llegó al Congreso de la Nación acompañada de su hijo Máximo Kirchner. Al ingreso escuchó algunos insultos e improperios de simpatizantes libertarios a lo que respondió con un gesto muy popular aunque polémico para una autoridad de su investidura.

Levantó el dedo fálico con el típico Fuck You de espaldas sin mirar a los enfervorizados opositores. 

Inmediatamente se transformó el momento en tendencia en las redes sociales. Luego todo transcurrió con normalidad dentro y fuera del edificio del Congreso.