Cuestionaron a veteranos de Malvinas postulados a Premio Nobel
Familiares de caídos y especialistas aseguran que la postulación de dos ex soldados para premio Nobel de la Paz por su trabajo en la localización de tumbas en Darwin es producto de un relato. Se trata de un ex soldado argentino y otro inglés.
La semana que pasó se conoció que dos ex soldados, uno Argentino y otro británico, fueron nominados como premio Nobel de la Paz para el año 2021. Se trata de Julio Aro -veterano de guerra argentino de Mar del Plata - y Geoffrey Cardozo -coronel inglés.
Ambos colaboraron en la localización de identidades en las tumbas de los soldados Argentinos caídos en Islas Malvinas en el año 1982, que en sus lápidas sólo decía: “soldado argentino sólo conocido por Dios”. A partir de un proceso extenso que llevó este trabajo, 115 tumbas fueron identificadas y quedan solo 7 por determinar luego de varios reclamos impulsados por diferentes organizaciones en nuestro país.
Todo este trabajo se hizo con la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense y la Cruz Roja Internacional, se llamó Proyecto Humanitario.
Los protagonistas de ésta historia de inmediato fueron entrevistados por varios medios del país y británicos ya que el relato de cómo sucedieron las cosas parece de película y eso es lo que cuestionan familiares de los ex combatientes identificados e incluso profesores de la Universidad de Mar del Plata, desde donde nace la postulación de éstos militares veteranos del Atlántico Sur.
La historia cuenta que el Veterano de Guerra de Malvinas (VGM), Julio Aro, viajó a Inglaterra en el 2008 para encontrarse con camaradas que en el 82’ fueron enemigos para saber cómo trataron psicológicamente a los ex combatientes de Malvinas en ese país. En esa situación se encontró con Geoffrey Cardozo, que en el año 1983 llegó a Malvinas para ser sepulturero de los soldados argentinos caídos en cumplimiento del deber, debiéndolos enterrar en el Cementerio de Darwin donde hoy descansan. Ahí fue cuando Aro le planteó la necesidad que había en Argentina de localizar las tumbas de los fallecidos para que tengan nombre y apellido y Cardozo tenía material relacionado a la causa para ser utilizado, por eso se lo entregó desinteresadamente.
Aro cuenta que el inglés le entregó un sobre de papel y le dijo: “esto es para ustedes, sabrán qué hacer con él”, cuando se le preguntó a Cardozo porqué entregó ese material que hasta entonces era secreto, manifestó: “Pude ver en los ojos de Julio algo muy profundo, me dio una confianza enorme”. De ahí en más comenzó un proceso que duró muchos años y recién ahora está terminando.
Esto fue lo que evaluó la Academia Noruega para postular a estos dos ex soldados que pertenecen a países que en la guerra fueron enemigos pero se unieron por una cuestión humanitaria.
Hasta aquí todo parece una historia ideal para un documental o relatos periodísticos pero en realidad hay otra parte de todos estos hechos que también salió a la luz.
Cuestionamientos a la postulación del Nobel de la Paz
Éste sábado 14 se conoció el testimonio de una hermana de un soldado chaqueño caído en Malvinas que aseguró que todo lo que manifiestan estos ex soldados es carente de veracidad. Es más, acusó a Geoffrey Cardozo de ser prácticamente un mentiroso.
Se trata de Norma Beatriz Gómez, que vive en Presidente Roque Sáenz Peña. Su Hermano Eduardo cumplía el servicio militar cuando le tocó ir a la guerra en Malvinas con el Regimiento de Infantería Mecanizado de Monte Caseros. Cayó en batalla entre el 11 y 12 de junio, en las proximidades de Monte Harriet y Dos Hermanas. Su tumba fue identificada en el 2017 en el marco de este proyecto Humanitario.
La mujer recuerda que en el año 2015 Geoffrey Cardozo y Julio Aro llegaron al Chaco para hablar de los estudios que se iban a realizar y el sepulturero inglés contó en persona los procedimientos que supuestamente realizaba en el campo de batalla con los caídos.
“Cardozo nos comentó que él fue el último que tocó el cuerpo de nuestros hermanos, toda una historia que él los enterró, que los puso en un cajón, que revisó bolsillo por bolsillo de todas las chaquetas buscando objetos para que sean identificados. Con un lápiz indeleble les puso NN y los iba enterrando dijo. Nos mostró imágenes de la ceremonia, fue conmovedora. Todos salimos acongojados, pero quedamos conformes. Mi mamá, que vivía entonces, me dijo ‘bueno por lo menos tu hermano recibió una buena sepultura”.
Pasado el tiempo la familia fue llamada a recibir la carpeta con la información sobre cómo fue el procedimiento de identificación y grande fue la sorpresa cuando leyeron que lo que decía el informe de la Cruz Roja no tenía nada que ver con el relato del soldado inglés. Por ejemplo en realidad los cuerpos habían estado enterrados en bolsas de nylon, toda esta información llegó a norma y la supo asistida por médicos: “No lo podía creer, pedí que me lo leyeran de nuevo”. La historia era diferente a la fábula planteada por el sepulturero inglés que está postulado para el Nobel de la Paz.
De inmediato lo llamó por teléfono, porque tenían su contacto, “Le dije que es un mentiroso, un payaso, un fabulador que viene a hacer plata en Argentina, que se vuelva a su país. Y me bloqueó”. Por lo que supo después el inglés nunca tocó ningún cuerpo porque en realidad estuvo encargado de contratar gente que haga ese tipo de trabajos en las islas.
Él nos hizo creer cualquier cosa a nosotros. "Otra gente me dice que días después que él se fue, lo encuentran a mi hermano, días o semanas después, tirado en Monte Harriet. Ahí es donde me agarra la bronca”, destacó Norma Gómez.
Esta semana logró contactarse con Cardozo y relató que le dijo de todo: “Hablamos una hora y media. Lo hice poner tartamudo, sordo y ciego. No tenía argumentos. Por qué nos mintió, con qué fin… Ellos se colgaron de nuestra causa. Es totalmente injusto, no se merece nada. Él dice que está en son de paz. Yo le dije, la paz va a estar cuando su gobierno entregue las islas que están usurpando”.
En cuanto al Veterano de Guerra Argentino Julio Aro, Norma expresó que viajó también al Chaco pero no lo conocen, se quedó adentro de un hotel, compartió con ella un viaje a New York. “Cuando entregaron las carpetas en Buenos Aires estuvo a 10 metros mío, ni me saludó”, dijo.
Cuestionamiento académico
La profesora Adriana Castellani docente de Derecho Internacional de la Universidad de Mar del Plata también cuestionó la nominación. Dijo que muchos especialistas en Derecho Internacional “no celebran ni acompañan”, publicó un documento que establece que el trabajo de estas dos personas para identificar los restos mortales de los soldados argentinos en Darwin que le dan base a la postulación “están bastante lejos de la verdad”.
Entre los considerandos de la oposición de la profesional de las leyes destaca: “La misión que encabezó Cardozo pasó por alto los tratados internacionales y fue éste el autor material que realizó la actividad en violación a los preceptos de las Convenciones de Ginebra sobre Derecho Internacional Humanitario (1949/1977) y sin la mínima observancia de los derechos humanos.
Los combatientes argentinos caídos habían sido sepultados en los diferentes campos de batalla (Goose Green/Pradera del Ganso; San Carlos; Monte Longdon; Dos Hermanas; Monte Harriet; Tumbledown) y en ese momento sus compañeros y superiores dieron parte de esas inhumaciones, por lo que, con identificación o sin ella se conocían por nombre, apellido y número de documento a cada uno de los muertos. El 19 de febrero de 1983 la tarea se culminó. En Darwin quedaron entonces 220 tumbas de soldados argentinos, 123 de ellos sin identificar”.
“Se le adjudica a Cardozo la humanitaria iniciativa de entregar a Aro en ese encuentro en Londres, documentación de la profanación que obraba en su poder, supuestamente imprescindible para que en Argentina se pudiera iniciar el proceso de identificación. Así, la historia de dudosa certeza es la que ha dado lugar a la postulación”, destacó la abogada.
El escrito es más extenso y destaca que ya en 1987 los centros de ex combatientes y el equipo de Antropología Forense comenzaron con los reclamos para la localización de las tumbas. Además en el año 2011 Cristina Fernández impulsó la intervención de la Cruz Roja Internacional, algo que luego ocurrió.
Con información de Agenda Malvinas e Infobae