La vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, se refirió en la mañana de este domingo a la denuncia de Fabiola Yañez contra su ex pareja, el ex presidente Alberto Fernández. Lo hizo con un posteo en la red social X, en el que de alguna manera minimizó el hecho y lo contrapuso con acontecimientos que, a su criterio, son más dolorosos, como las muertes en pandemia.

“Perdonen por no sentir lástima”; “Pido disculpas por no empatizar”; “La entrevista de Fabiola no significó nada”; “Disculpen si mi sensibilidad no es la adecuada”; o “Dejen de subestimar a nuestro pueblo”, fueron algunas de las frases que repartió Villarruel en un tuit de cuatro párrafos en los que pretendió contrastar algunos aspectos de la realidad nacional que, para ella, son más preocupantes que los hechos por violencia de género que se le imputan a Alberto Fernández tras la denuncia penal de Yañez.

“La entrevista de Fabiola no significa nada para los que vimos morir a nuestros familiares y no pudimos velarlos y enterrarlos como se merecían”, remarcó la vicepresidenta en referencia la entrevista exclusiva que publicó anoche Infobae y consideró que el de Fernández fue un gobierno “de gente repugnante” que aplicó “protocolos de cuarta” contra los que ella combatió. “Luché contra el encierro y a mi padre lo perdí por protocolos de cuarta”, escribió, concretamente.

También se refirió a los viajes “de placer” que Yañez realizó durante el tiempo que le tocó ser primera dama y destacó que, mientras eso ocurría, “cientos de miles de Pymes Argentinas se fundían”. También se refirió a las “mujeres en contextos de violencia” que no tienen privilegios en contraste con “los 36 mil dólares que el pueblo argentino deberá pagar de su bolsillo para su custodia en España”.

Yañez reside con su hijo Francisco y su madre, Miriam Verdugo, en Madrid, capital española. Desde allí se presume que en los próximos días podría declarar, videollamada mediante, ante la Justicia en el expediente que se le sigue a su ex pareja por presuntos hechos de violencia de género. “La violencia que había antes era acoso. Todo el día. Tenía que estar en el teléfono, porque si no estaba en el teléfono, era como que estuviera haciendo no sé qué cosa”, relató la mujer a este medio. Alberto Fernández, en tanto, pidió a través de su abogada, Silvina Carreira, que la investigación pase la justicia de San Isidro.