El acusado del femicidio de Úrsula, que conmueve al país por estas horas, es un oficial de la Policía Bonaerense Matías Martínez, que está de licencia en la fuerza desde setiembre del año pasado por las reiteradas denuncias de violencia de género en su contra, incluso contra una menor.

Según los trascendidos a raíz de este legajo estaba en duda su permanencia en la fuerza. Según publica Diario Crónica, fuentes policiales ratificaron que en el año 2017 el acusado resistió un traslado de dependencia policial por una denuncia de Belén Miranda quien en ese momento era su pareja.

"Si me trasladan tiro una bomba", había llegado a decir a sus superiores cuando le comunicaron las medidas que iban a tomar contra el por su situación. Es que iba a ser trasladado a una dependencia en la localidad de 9 de Julio para alejarlo del foco del problema. También en esa época se conoció que tenía una causa iniciada en Dolores por violar a una menor de edad discapacitada.

Martínez, de 25 años, tenía licencia psiquiátrica y se había ganado el mote de "persona difícil", tenía abiertos varios sumarios internos en pocos años de carrera policial. Belén Miranda en ese entonces había contado que "quiso matarme varias veces a mí y a mis hijos con su arma de trabajo". A veces hasta en el mismo patrullero la hostigaba y me vigilaba, remarcó.