Franco Gavidia es un deportista argentino que hasta hace pocos días vivía Hungría. Su regresó al país fue debido a la situación que atraviesa Hungría en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania. Ante este escenario es que preparó todo o y embarcó junto a Coco, su perro.

Fueron más de 48 horas entre aeropuertos y vuelos, hasta que llegaron a Ezeiza pero se toparon con un inesperado. Esto de debe a que las autoridades del Senasa no dejan ingresar a Coco al territorio por faltarle una aplicación de la vacuna antirrábica. La misma estaba vencida desde hace 9 días y su dueño, en el trajín del viaje no se percató. 

Es por esto que el cachorro quedó varado en Ezeiza. Desde Senasa le dan una "solución", la misma es es deportar al animal o sacrificarlo. Gavidia y su familia están desesperados y piden ayuda para que no sea ese el destino del su mascota.

El hombre, se niega a abandonar el aeropuerto hasta no saber que pasará con su mascota, incluso se dispuso a pagar lo que sea necesario por las vías legales para que querido Coco este bien. Pero desde el Senasa hacen oídos sordos. "Yo ofrecí pagar un veterinario si es necesario, y una multa o un lugar de cuarentena. Porque es algo que yo hice mal, pero quiero que se pueda solucionar acá”, aseguró el joven que vive en Córdoba.