Dos delincuentes fueron detenidos después de robar en un bar del barrio porteño de Flores y llevarse los celulares de todos los clientes, gracias a un insólito motivo que permitió a la Policía seguir sus pasos.
El incidente ocurrió el viernes por la tarde en un restaurante ubicado en la intersección de las calles Bacacay y Artigas. Los ladrones llegaron en moto y, una vez dentro del establecimiento, amenazaron a los clientes con una pistola.

Rápidamente, los asaltantes despojaron a la mayoría de los comensales de sus celulares y escaparon en el mismo vehículo con el que habían llegado. Un peatón que presenció el robo llamó al 911, lo que permitió que el personal de la Comisaría Vecinal 7°C llegara al lugar minutos después.
Los policías de la Ciudad tomaron declaraciones de los clientes y revisaron las imágenes de la cámara de seguridad del bar. Así, obtuvieron una descripción detallada de los delincuentes y de la moto, emitiendo una alerta.
La clave para la detención de los ladrones fue un insólito detalle: uno de los teléfonos celulares robados tenía activado el GPS. Gracias a esta función, la Policía pudo rastrear el camino recorrido por los asaltantes y seguir sus movimientos.

Eventualmente, los agentes detectaron que los ladrones se detuvieron en la calle Ramón Falcón al 2400. Allí, la Policía los sorprendió mientras intentaban ingresar al edificio en el que vivían.
Una vez detenidos, se descubrió que ambos delincuentes tenían antecedentes penales. El más joven, de 29 años y de nacionalidad peruana, tenía antecedentes por homicidio y robo, y había cumplido una condena de nueve años de cárcel, siendo liberado en 2021. Su cómplice, un argentino de 35 años, contaba con antecedentes por robo en ausencia de morador, robo agravado y portación de arma de fuego, habiendo estado preso durante cinco años.
La Policía logró recuperar las pertenencias robadas del bar de Flores. Entre los objetos secuestrados se encontraban tres celulares, una bolsa donde escondieron los objetos robados, un casco de moto, una pistola de aire comprimido réplica de un arma de fuego y $18.100 en efectivo.