Héctor Cavallero, el recién nombrado director de Radio Nacional, ejecutó despidos masivos el jueves, afectando principalmente a trabajadores precarizados. Aproximadamente 100 personas, entre periodistas, productores y administrativos, fueron desvinculadas, generando incertidumbre y dejando a muchas familias sin sustento.

La mayoría de los afectados eran contratados bajo la modalidad de monotributo, con remuneraciones que no alcanzaban el salario mínimo, vital y móvil. La gestión de Cavallero parece haber adoptado una postura de no renovar estos contratos, generando críticas y preocupación en el ámbito laboral.

Estos despidos se suman a la no renovación de contratos a principios de año y al anuncio del presidente Javier Milei sobre la posible clausura de la agencia pública de noticias Télam. La situación refleja una reducción de la planta de trabajadores de Radio Nacional, afectando la programación diaria de todas sus emisoras.

Este nuevo episodio de despidos se da en el marco de la llegada de Cavallero con la supuesta misión de "barrer con todo", según trascendidos. La falta de explicaciones formales respecto a los despidos ha generado malestar y denuncias de precarización laboral en el medio público.

Cabe destacar que, en muchos casos, los contratos que no fueron renovados implicaban remuneraciones que no alcanzaban el ingreso considerado mínimo para sostener la vida, evidenciando una situación de fraude laboral. La ausencia de estos trabajadores afecta el funcionamiento cotidiano de las emisoras, generando preocupación sobre posibles vaciamientos en el ámbito de los medios públicos.