"Ya volvimos con Pipo a la casa". El mensaje aparece en el grupo de WhatsApp "Los del Boca 3", perteneciente a los imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa (18). Lo escribió Blas Cinalli ("Blas Croto", en el chat) a las 5.59 del 18 de enero, una hora y cuarto después del brutal ataque en la puerta del boliche Le Brique, en Villa Gesell. El tal "Pipo" es, para la querella, el llamado "rugbier N° 11" que aparece en las filmaciones de las cámaras de seguridad. 

Es el que está totalmente vestido de negro cuando los acusados se abrazan tras el homicidio. Y es el que aparece con una remera blanca, junto con Cinalli y Lucas Pertossi, en el local de McDonald's al que fueron a desayunar. Según la defensa de los padres de Fernando, este joven también debe ser investigado por la fiscal Verónica Zamboni. De mínima, contar lo que vio y escuchó. 

En el escrito presentado este jueves ante el juez de Garantías David Mancinelli, el estudio de Fernando Burlando sostuvo que "en el caso de autos ha quedado acreditada la participación de los diez imputados, pudiendo surgir de la investigación la participación de otro sujeto aún no identificado, quedando satisfecho el aspecto objetivo del tipo". 

"Es de destacar que la cantidad de intervinientes (a nuestro criterio por lo menos once), la agresividad y ferocidad del grupo, la forma de actuar coordinada y preordenada ha sido un factor determinante para inhibir cualquier acto de defensa tanto de la víctima como de terceras personas, permitiéndoles actuar así sobre seguro", añadió. Y expresó que "de allí que la mera presencia en el lugar deba ser considerada como un acto de apoyo que posibilita la acción desplegada por el resto". 

"Esta es la tarea que le fuera asignada por el grupo en el reparto de roles tendientes a conseguir el objetivo común a quienes no participaron en los actos de agresión física", completó. Fabián Améndola, abogado del equipo de Burlando, afirmó que la fiscal "adelantó que va a ampliar su requerimiento" de prisiones preventivas hecho el lunes, por lo que posiblemente algún agravante pueda llegar a ser incorporado, tal como solicitó el particular damnificado.