Un sargento de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y su esposa, una subteniente de la misma institución, aparecieron el sábado 24 de agosto muertos a balazos en la cabeza en el interior de la vivienda familiar, en el sur del conurbano bonaerense. Funcionarios de la Justicia procuran establecer si la mujer fue víctima de un femicidio, o si en realidad la oficial asesinó a su marido para luego suicidarse.

Los voceros judiciales revelaron que los fallecidos son el sargento Javier Gauna y la subteniente Verónica López.

De acuerdo a lo manifestado por los informantes, este hecho se descubrió cuando los efectivos del Comando Patrulla (C.P.) recibieron una denuncia en el número telefónico de emergencias 911, que hacía referencia a dos personas fallecidas y con manchas de sangre, presuntamente en el interior de un vehículo que se encontraba estacionado en el patio de una finca, situada en el cruce de Río Juramento y Río Samborombón.

Trascendió que al arribar al inmueble, las autoridades vieron los cuerpos de la mujer y del individuo, que se hallaban uniformados.

A raíz de lo acontecido, los funcionarios de la Justicia resolvieron de inmediato convocar a los miembros de la Gendarmería Nacional Argentina (G.NA.) para la realización de diversas diligencias en el lugar del episodio; a la vez que los peritos de la delegación local de la Policía Científica se encargaron de concretar el trasladado de ambos cadáveres, que a simple vista se determinó que presentaban un certero impacto de arma de fuego cada uno en la región de la cabeza.

Versiones sostienen que tanto el hombre como López se desempeñaban en ese mismo Comando Patrulla (C.P.) y que, momentos antes, habían salido de sus respectivos servicios. Intervino en la causa penal, que preventivamente se caratuló “Homicidio y suicidio”, la doctora María Lina Gutiérrez, fiscal en turno de la Unidad Funcional Descentralizada N° 4 de la jurisdicción.

Investigación

Pesquisas de la comisaría 1ª del distrito tratan de establecer si Gauna mató a su pareja en un acto de femicidio o si la subteniente asesinó al sujeto, para después quitarse la vida. Algunos testimonios señalan que el sargento y la mujer entablaron una discusión, y que luego se escucharon al menos dos disparos.

Habitantes del vecindario les dijeron a los investigadores que eran muy frecuentes los altercados entre el individuo y su esposa.

Con información de Diario Crónica