La Comisaría Primera de Metán, de Salta fue intervenida luego de una grave denuncia presentada por una oficial embarazada, quién acusó al jefe policial Arnaldo Rogelio Vélez de violencia de género.

El caso, que se tramita bajo el expediente N°877892/24 en el Juzgado de Violencia Familiar y de Género del Distrito Judicial Sur de Metán, no solo implica acusaciones de violencia física, psicológica, sexual y digital, sino también sospechas de malversación de fondos.

Vélez ha sido intimado a abstenerse de ejercer cualquier tipo de violencia contra la víctima, bajo apercibimiento de ser acusado por desobediencia judicial según el artículo 239 del Código Penal.

Además, se ha dispuesto que la oficial pueda usufructuar de todas sus licencias reglamentarias, incluyendo aquellas relacionadas con su estado de embarazo, sin sufrir represalias laborales.

Las medidas cautelares tienen una vigencia de seis meses, tiempo durante el cual la Justicia deberá resolver el conflicto.

En caso de incumplimiento por parte de Vélez, las sanciones incluyen desde trabajos comunitarios hasta la remisión de los antecedentes a la Justicia Penal.

Este escándalo, que sacude las estructuras policiales de Metán, no solo expone un caso de violencia de género dentro de la fuerza, sino que también pone en evidencia posibles manejos irregulares de los recursos públicos, elevando el nivel de gravedad del conflicto y provocando fuertes reacciones en la comunidad.

La intervención de la Unidad Regional N°3 continuará bajo estricta vigilancia judicial, mientras la sociedad espera que la verdad salga a la luz.