Lucía Florencia Ayala, de 27 años, encontró la muerte en un trágico accidente mientras viajaba junto a su pareja, Fabio Rodrigo Alba, de 31, hacia Catamarca. El objetivo del recorrido era rezar por la recuperación de su sobrina de siete años, Barbi, quien atraviesa un delicado problema de salud.

El accidente ocurrió en la Ruta Nacional 38, a la altura del paraje tucumano El Huaico, en La Cocha, el 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción. Movida por su profunda fe, Florencia decidió emprender este viaje para pedir a la Virgen del Valle por la mejoría de su ahijada, con quien tenía un vínculo muy especial.

Florencia, peluquera y la menor de tres hermanos, vivía en Los Vallejos, en el departamento de Chicligasta, Tucumán. Era madrina y tía de Barbi, quien inspiró el trayecto de más de 150 kilómetros hacia Catamarca. “Otro año más cumpliendo con vos, Virgencita”, había escrito Florencia en una historia de Instagram antes del viaje, en referencia a su devoción por la Virgen del Valle, patrona nacional del turismo y símbolo de fe para miles de creyentes.

Sin embargo, cuando faltaban apenas 50 kilómetros para llegar al santuario, el auto en el que viajaban volcó. Florencia perdió la vida en el acto, mientras que Fabio sufrió politraumatismos, heridas cortantes y golpes en el pecho. Su estado de salud es crítico, y, según la familia, “depende de un milagro”.