Una familia de Santiago del Estero se llevó una aterradora sorpresa al visitar el nicho donde descansan los restos de sus seres queridos en el cementerio de la localidad de Antilo. Lo que debía ser un momento de recogimiento y memoria se convirtió en una escena de horror cuando descubrieron que el cajón que contenía el cuerpo de su abuela había sido quemado, y sus restos esparcidos por el lugar.

El macabro hallazgo fue denunciado en la Comisaría Comunitaria Nº 9 y el caso está ahora en manos de la Unidad Fiscal de la Circunscripción Capital de Santiago del Estero. La familia, que había acudido al cementerio el domingo para conmemorar un nuevo aniversario del fallecimiento del padre de la denunciante, encontró que el ataúd estaba “cambiado” y el nicho había sido violentado. Al inspeccionar más de cerca, descubrieron que los huesos de la abuela habían sido sacados del cajón, el cual estaba parcialmente quemado a un costado del nicho.

La familia alertó de inmediato a los encargados del cementerio y presentó una denuncia ante las autoridades. La Fiscalía ha ordenado una serie de medidas judiciales para esclarecer los hechos y determinar quién fue el responsable de esta profanación. Mientras tanto, la familia sigue conmocionada y la preocupación crece en la zona ante lo sucedido.

Este escalofriante hecho ocurre apenas dos semanas después de que una mujer de 36 años fuera detenida en San Francisco, Córdoba, acusada de profanar una tumba en el cementerio local. En ese caso, la principal hipótesis apunta a un ritual de “brujería por encargo”.

La mujer fue encontrada arrodillada en una zona apartada del cementerio, con una tijera de podar en la mano, rodeada de tierra removida y la tapa de un féretro abierto. En el interior del ataúd yacía el cuerpo en descomposición de una mujer, al que le había amputado los dedos índices de ambas manos. Tras el incidente, la acusada fue imputada por el delito de daño calificado y trasladada al área de Salud Mental del Hospital Iturraspe.