Un femicidio más se dio el pasado lunes 26 de febrero en Argentina. Dos hermanos de 11 y 15 años se levantaron y en el patio de su casa se encontraron con el novio de su madre ahorcado y a ella apuñalada. Según informó Diario Crónica, de inmediato los jóvenes corrieron a pedir ayuda a un vecino que fue el quien dio aviso al 911.

El horroroso crimen ocurrió en el interior de una vivienda de Monte Grande, Buenos Aires. Tras el aviso a la Policía, efectivos se hicieron presentes en la casa donde se encontraron a Federico Espinoza de 43 años, quien estaba ahorcado en el patio en el descanso de la escalera externa y sobre la planta alta en el dormitorio de Analía Celeste Oliva de 45 años.

El cadáver de la mujer estaba sobre la cama, junto a un cuchillo ensangrentado, que fue secuestrado y será periciado.

Los hijos de la asesinada contaron que estaba de novia y no convivía con Espinoza, pero si iba a su casa. Además, contaron que durante la noche escucharon que discutieron. El caso está a cargo de la fiscal Vanesa González, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) especializada en Violencia de Género de Esteban Echeverría, perteneciente al Departamento Judicial de Lomas de Zamora.

Fiscalía ordenó las autopsias y que se determine si había denuncias de violencia previas. Así también de familiares y amigas que podrían saber cómo era la relación. Se investiga como un femicidio seguido de suicidio. De confirmarse que es así el expediente quedará cerrado.

 'Si el femicida se suicida se termina la causa. Salvo los derechos para pedir los daños en sede civil. La persecución penal muere con el agresor. No se castiga a un muerto salvo económicamente', explicó a Diario Crónica, Hermida Leyenda abogada especialista en violencia de género.

En cuando a los femicidas que se quitan la vida después de matar a la mujer sostiene: ‘Matan la cosa, su propiedad, su objetivo. Algunos creen que es un modo de estar juntos en su locura. Esos presentan problemas psiquiátricos. Trastornos de base. Y el suicidio es como Romeo y Julieta. Un final feliz’.

‘Otros, con problemas psico sociales matan su objetivo, su propiedad. Esos solo se matan por no encontrar la cárcel. Por haberlo perdido todo’, finalizó la abogada.

Los hijos de Analía contarán con la ayuda de asistencia a la víctima y se les tomará testimonio cuando estén en condiciones de hacerlo.