El Servicio Penitenciario Bonaerense, realizó una inspección en los domicilios de los rugbiers acusados del crimen de Fernando Baez Sosa en Villa Gesell. Según el informe presentado al juez del caso, David Mancinelli, las casas son aptas para el arresto domiciliario.  

De acuerdo a los detalles de la presentación, las casas de los imputados, son aptas para el monitoreo de las tobilleras electrónicas (que ya se probaron en los jóvenes), y cuentan con conexión telefónica y de internet móvil. Estos últimos, son requisitos fundamentales para la reclusión en el hogar.

Según informaron las autoridades judiciales, este es un trámite de rutina. Esto no significa que los sujetos, obtengan este beneficio. Todavía resta que el juez Mancinelli, decida sobre el pedido de prisión domiciliaria que presentó el abogado de los rugbiers, Hugo Tomei.

Además, restan incluir a la causa los informes psicológicos y ambientales de los peritos asesores del Poder Judicial, tras las pericias realizadas a los acusados.

Cabe destacar que el arresto domiciliario, incluido en el artículo 159 del Código Penal de la Provincia de Buenos Aires, está destinado en casos de enfermedades terminales, discapacidad, mayores de 70 años, embarazadas y madres de niños menores de 5 años.

Ninguno de los anteriores es el caso de los rugbiers, aunque el artículo 163 del CPP, establece que se puede conceder el arresto domiciliario por excepción, cuando haya riesgo de "conjurar el peligro de fuga y de entorpecimiento" del procesado.

Para la justicia, en cuanto mayor sea la pena en expectativa, mayor peligro de fuga.

Los ocho detenidos por el asesinato de Baez Sosa el pasado 18 de enero, son Máximo Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19), imputados como "coautores" de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas".

Luciano (18) y Lucas Pertossi (18), Enzo Comelli (19), Matías Benicelli (20), Blas Cinalli (18) y Ayrton Viollaz (20), se encuentran vinculados como "participes necesarios". Quienes quedaron en libertad, fueron Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, quienes siguen siendo investigados por la fiscal Claudia Zamboni.