Todo sucedió en Buenos Aires, cuando un hombre se dispuso a podar un árbol y una mujer se acercó a reclamarle. Al principio fue intercambio de palabras, pero a medida que avanzaba la discusión, iniciaron los amagues por parte del hombre que amenazaba con golpearla.

El motivo, por el que el hombre dañó de esta manera a la mujer, fue que ella se oponía a la poda de un árbol.

Fue entonces que el hombre, sin percatarse de que una vecina filmaba la secuencia, comenzó a intentar alejarla con la anchada que portaba en su mano. Por ello, para desgracia de la mujer que debatía con él, el elemento cortopunzante le quebró el brazo. Y los transeúntes se acercaron a auxiliarla.

Gentileza: Crónica