Empiezan las clases y los alumnos que van a cursar el último año de la secundaria se reúnen la noche anterior para festejar el “Último Primer Día” de clases (UPD). Por lo general estas juntadas se realizan en la casa de alguno de los chicos y allí se reúnen para festejar la previa al último primer día. 

En algunos casos los chicos se ponen a beber en exceso y llegan a las escuelas en estado de ebriedad. Los directivos de estos establecimientos educativos los hacen ingresar pero luego llaman a los padres para que los retiren. En este contexto, en Mendoza, si la escuela decide denunciar a los alumnos por esta contravención serán los padres los responsables de la conducta del menor. 

La ley prevé sanciones dinerarias y/o arrestos para los padres que son los responsables por este tipo de conductas. La causa ingresará al Juzgado Contravencional que iniciará las actuaciones hasta llegar a un debate donde puede haber una condena. 

En estos hechos, el magistrado en caso de encontrar culpables a los padres, puede aplicarles una multa que va desde los 3.400 pesos hasta los 6.800 o de 2 a 4 días de arresto efectivo. El año pasado ocurrió un hecho lamentable en una escuela pública donde la mayoría de los chicos de quinto fueron retirados. Es que estaban totalmente borrachos y se dormían en el aula.