Un trágico episodio ocurrió en  la localidad de Pontevedra, en Merlo, cuando un hombre de 31 años, identificado como Fernando Speziale, llevó a su novia, Florencia Cabrera de 27 años, al hospital con una herida de bala en la cabeza. La joven falleció a los pocos minutos de ser ingresada, y el hombre fue detenido bajo la sospecha de femicidio.

El hecho ocurrió en la madrugada del sábado, alrededor de las 3:00 AM. Speziale llegó al centro de salud con Cabrera y aseguró a los médicos que su pareja había intentado suicidarse en su casa, ubicada en la calle Timbúes al 1500. Sin embargo, las circunstancias del caso levantaron sospechas entre el personal médico, quienes de inmediato alertaron a la policía, siguiendo el protocolo de intervención en casos de violencia de género.

Según la declaración inicial de Speziale, la pareja había estado consumiendo alcohol y marihuana cuando comenzó una pelea que rápidamente escaló en violencia. De acuerdo con su relato, Florencia habría tomado un arma y se habría disparado en la cabeza.

La policía se dirigió al domicilio en cuestión y encontró varios indicios que contradecían la versión del sospechoso. En el lugar, los agentes hallaron signos de violencia, además de dos vainas servidas de 9 milímetros y un arma del mismo calibre que ya contaba con un pedido de secuestro de otro departamento judicial. 

El fiscal a cargo de la investigación, Marina Rueda, especializada en violencia de género y perteneciente a la Fiscalía 11 de Morón, ordenó la inmediata detención de Speziale. Según fuentes cercanas al caso, el hombre fue imputado por portación de arma, encubrimiento—debido a que el arma encontrada era robada—y por el femicidio de Cabrera.

La autopsia del cuerpo de Cabrera fue ordenada para determinar la causa exacta de su muerte. Además, se realizaron pericias en las manos de la víctima y del imputado para determinar si se trata de un caso de suicidio o asesinato. También se ordenó una pericia balística del arma secuestrada, con el objetivo de obtener más datos que aporten a la investigación. "Se levantaron rastros de ADN del arma para ver si se puede cotejar después con el de la víctima y con el del imputado", señalaron fuentes judiciales.