En la localidad cordobesa de Almafuerte  una joven de 30 años confesó haber matado a su padre a cuchillazos. La mujer identificada como Jenifer Raymondo, quedó detenida sin embargo ya quedó en libertad. Esto se dio luego de que la justicia comprobara que ella era víctima de abuso por parte de su progenitor desde muy chica.

En un primer momento, el fiscal Alejandro Carballo, la había imputado por homicidio calificado por el vínculo, lo que la llevaría a pasar varios años en prisión. A pesar de ello, hace pocas horas hubo un cambio de carátula, el cual se dio tras el resultado de las investigaciones.

El día del incidente, fue la misma joven quien llamó a una ambulancia y admitió ser la responsable del asesinato de su padre, de 60 años. Ya detenida comenzó la investigación y llevaron a cabo pericias psicológicas y psiquiátricas. Estos últimos revelaron un historial de abusos sexuales y de violencia física desde su adolescencia.

El abogado de la mujer señaló en los medios locales, que el hecho sucedió tras un  intento de abuso por parte del agresor. “Esa violencia terminó un día ante otro requerimiento sexual más. El último fue la gota que rebasó el vaso y concluyó con un homicidio en emoción violenta”, explicó.

Con ello, el fiscal Carballo decidió cambiar la carátula del caso a “homicidio en emoción violenta”, lo que permitió que la mujer pudiera continuar el proceso judicial en libertad. En caso de ser encontrada culpable, la pena podría variar entre los 10 y 25 años, muy por debajo de la cadena perpetua que correspondía a la imputación inicial.