Máximo Thomsen, condenado a perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa, rompió el silencio y habló con el noticiero de Canal 13 de Capital Federal, desde la Alcaidía de Melchor Romero, donde cumple su pena. Uno de los culpables del crimen, dijo que no se siente un asesino, pese a que contó que estuvo en el lugar del crimen y pegó en la pelea que terminó dándole muerte a Fernando.

Según contó, él y sus amigos habían planeado esas vacaciones para divertirse y nunca imaginaron que podían terminar en tragedia. “Quiero que si somos culpables de algo, que nos culpen por lo que pasó, no por algo que dicen que pasó. Yo estuve ahí, sí participé, le pegué, pero nunca quise que terminara así”, aseguró.

Además, sostuvo que la pelea en el boliche Le Brique empezó porque Báez Sosa le pegó una piña a Matías Benicelli y que luego, ya en la vereda, la víctima les hizo una burla que desencadenó la violencia.

Pese a que admitió que participó de la golpiza, aseguró que varios de sus amigos tuvieron esa madrugada un rol fundamental y selañó a alguno de ellos. “La primera piña a Fernando Báez Sosa se la pegó Enzo Comelli. Le pegó y yo fui atrás a meterme en el grupo de personas. Empecé a tirar patadas al aire y después me enteré que yo sí le había pegado a Fernando. Es algo que pasó y yo no me voy a esconder. Desde el primer día quise contar todo, pero a mí no me dieron nunca una oportunidad”, declaró.

Entre lágrimas, se defendió y dijo que no se siente “un asesino”. “Lo único que quisiera es volver el tiempo atrás para que nadie tenga que perder una vida”, afirmó.