Este lunes, el presidente Javier Milei firmó un decreto que significará el cierre del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), generando alarma en la comunidad cultural. En la medida, publicada en el Boletín Oficial, Milei confirmó que se suspenderán todas las transferencias al INCAA, las contrataciones de locación de obra, especialistas y de personal, así como también el presupuesto destinado a la Seguridad de los edificios del instituto, por lo que se trataría de más de 700 despidos.

El decreto, respaldado por la declaración de "emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, sanitaria y social", busca según el titular del INCAA, Carlos Pirovano, "racionalizar y eficientizar el organismo". Sin embargo, críticos sostienen que esta acción atenta contra la producción de cine nacional y afecta festivales, viáticos y proyectos en curso, debido a que el Gobierno nacional consideró que es un organismo “sobredimensionado”.

Por su parte, el departamento de artes audiovisuales de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) lamentó las “iniciativas de destrucción” de las “industrias culturales” y consideró que es “coherente con el actual proyecto de país que libera a los mercados, desmantela al Estado, y ataca con mucho ahínco a todos los sectores vinculados a la Comunicación y al Arte”, al referirse al cierre de la Agencia Télam.

La decisión también impacta en los trabajadores del INCAA, con la baja de 138 contratos, y deja en incertidumbre a los 500 empleados bajo contrato de planta permanente y los 145 temporarios. Hasta ahora, el INCAA se financiaba a través del Fondo de Fomento Cinematográfico, que recaudaba impuestos culturales como el 10% de las entradas de cine, con el que se consiguió financiar producciones como la premiada al Óscar, “El Secreto de sus ojos”, de Juan José Campanella, entre otras producciones nominadas y premiadas internacionalmente.