Misterio: hallaron a una policía fallecida de un tiro en la cabeza
El caso estuvo a punto de cerrarse por suicidio pero dio un giro y ordenaron detener a su pareja. Sospechan que él la mató.
Un oficial de la Policía Local de San Isidro llamó el sábado al 911 y advirtió que su novia, también miembro de la fuerza, se había disparado con su arma reglamentaria en medio de una discusión de pareja. La causa apuntó en un principio a un suicidio, pero con el correr de las horas tomó fuerza la sospecha de un femicidio y ordenaron detener al hombre que vivía con la víctima.
La casa que ambos compartían ubicada en la calle Bergamini al 600 de la localidad bonaerense de Ciudadela fue el escenario del sangriento episodio. La policía llegó al lugar tras el llamado a la línea de emergencias y encontró a Ayelén Sanabria, una joven de 22 años que trabajaba en el Comando de Patrullas de San Isidro, muerta sobre la cama con un balazo en la cabeza.
Pablo Fernández, novio de la víctima, fue también quien le abrió la puerta a los efectivos que respondieron a su llamada y aseguró que después de mantener una discusión por celos de ella hacia él, Sanabria tomó su arma y se suicidó. Sin embargo, más tarde la declaración del círculo íntimo de la joven puso en jaque su coartada y de testigo pasó a ser el principal sospechoso.
Según publicó el sitio ANDigital, familiares de Sanabria coincidieron en señalar que Fernández la amenazaba y que incluso le pegaba, todos episodios de violencia de género que habían dejado de ser hechos aislados y cada vez eran más frecuentes en la pareja, que llevaba ocho meses de relación. La causa se había iniciado como 'suicidio'.
Sin embargo, fue recaratulada a 'averiguación de causas de muerte' y se ordenó la captura de Fernández por posible femicidio. La hipótesis es que él le disparó con el arma de ella con la intención de simular un suicidio, ya que la suya la dejó sobre una mesa de luz junto a la cama donde se encontró el cuerpo de la víctima, el arma homicida y una gran mancha de sangre.