Noche de terror para una mujer y su hija en donde casi son asesinadas
La muchacha de 18 años sufrió múltiples cortes de arma blanca cuando intercedió por la vida de su madre, a quien debieron amputarle dos dedos.
Una verdadera historia de horror fue la que vivieron una joven y su madre. Ambas casi son asesinadas. Y todo se originó cuando la pareja de la mujer de 46 años la agredió con un arma blanca, y la hija de la víctima, en pos de interceder por su vida resultó herida, en un hecho que se dio en Buenos Aires, según informó Diario Crónica.
Todo empezó en el barrio porteño de Constitución cuando el sujeto llegó a la vivienda que compartían con un cuchillo tipo carnicero y empezó a agredir a la mujer. La muchacha de 18 años intervino pidiéndole al agresor que no matara a su mamá, y fue en ese momento que la chica resultó herida con varias puñaladas.
Luego de agredir a las mujeres, escapó con su moto. Como pudo la mujer llamó al 911 y minutos más tarde a su domicilio se hicieron presentes efectivos policiales que la encontraron con el rostro ensangrentado producto del ataque de su pareja, como así también con lesiones de arma blanca a su hija.
Ambas víctimas fueron trasladadas en un patrullero al hospital Argerich del barrio de La Boca, donde recibieron las primeras atenciones.
En el centro de salud se constató que la mujer atacada por su pareja sufrió la amputación del dedo anular e índice de la mano izquierda, una herida cortante en la región posterior izquierda y otra amplia en la nariz, pero sin riesgo de vida.
Mientras que su hija sufrió múltiples heridas de arma blanca, entre ellas una en la mama izquierda y otra profunda en la región lumbar derecha.
A raíz de la gravedad de las heridas, la joven fue operada y quedó internada en terapia intensiva hasta que por la evolución de su estado de salud pudo ser derivada a una sala intermedia.
La mujer identificó al agresor y los lugares que frecuentaba. Los policías lograron la detención del acusado. Mientras que en la casa de las víctimas los uniformados hallaron una cuchilla sobre la cama y una falange de un dedo en el piso.