Prepararnos para envejecer: 'las claves para el bienestar comienzan en la juventud'
El Dr. Lisandro Olmos, explicó sobre la importancia de abordar este proceso desde etapas tempranas de la vida para garantizar el bienestar en la vejez.
El incremento de la población de personas mayores de 80 años se proyecta como un fenómeno global de gran magnitud para el año 2050. Según estudios de las Naciones Unidas, se estima que este grupo demográfico se triplicará, pasando de 143 millones a 426 millones en todo el mundo. Ante este panorama, especialistas advierten sobre la importancia de abordar este proceso desde etapas tempranas de la vida para garantizar el bienestar en la vejez.
El Dr. Lisandro Olmos, experto en rehabilitación neurológica y director médico de Rehab Center, explicó en Diario 13, que el envejecimiento poblacional implica un aumento en la expectativa de vida de las personas mayores de 65 años, superando en número a los menores de 5 años por primera vez en la historia. Este cambio demográfico, que afecta tanto a países desarrollados como en desarrollo, tendrá profundas repercusiones en diversos aspectos de la sociedad, incluyendo el mercado laboral, financiero y de salud.
En el caso de Argentina, se destaca como uno de los países con una población más envejecida en América Latina y el Caribe. Según datos del Ministerio de Salud, el porcentaje de personas mayores de 60 años ha aumentado más del 20% en los últimos 9 años, representando actualmente el 15,5% del total de la población. Se proyecta que para el año 2050, 1 de cada 5 argentinos tendrá 65 años o más, lo que evidencia la magnitud del proceso de envejecimiento en el país.
El envejecimiento de la población también está asociado con un aumento en las enfermedades no transmisibles, como la pérdida de audición, problemas visuales, osteoartritis, diabetes, depresión y demencia. El Dr. Olmos subrayó que si bien estos problemas de salud son comunes en la vejez, no necesariamente implican un deterioro cognitivo irreversible. Destaca la importancia de mantener un estilo de vida activo, con actividad física regular, interacción social y una alimentación saludable para preservar la salud cerebral.
Estudios recientes, como el realizado por la Universidad de Northwestern en Chicago, han identificado a un grupo de personas mayores de 80 años, conocidos como "superagers", que mantienen capacidades físicas y cognitivas similares a personas más jóvenes. Estos hallazgos sugieren que ciertos hábitos de vida, como la actividad física, el desarrollo intelectual y la interacción social, pueden desempeñar un papel crucial en el mantenimiento de la salud cerebral a lo largo de la vida.
Por ello señaló que en la actualidad el envejecimiento poblacional plantea importantes desafíos para la sociedad, pero también ofrece oportunidades para promover un envejecimiento saludable y activo.