En el barrio porteño de Liniers un preso protagonizó un insólito episodio cuando, luego de pedir un té, aprovechó el momento para escapar. Pero no por mucho, ya que fue detenido en el lugar menos pensado.

Antonio Federico Giménez, de 36 años, pidió un té al guardia y cuando quien lo cuidaba se fue a prepararlo, aprovechó para huir después de doblar parte de la chapa del galpón contenedor donde estaba. Con él estaba otro detenido que no se dio cuenta de la fuga porque estaba dormido. 

Al advertir la fuga, policías de esa comisaría, apoyados por investigadores de Despliegue Intervenciones Rápidas (DIR), de División Unidad Táctica de Intervención de Alcaidías (DUTIA) y del helicóptero H3 de la Policía de la Ciudad desplegaron un operativo y recapturaron al fugitivo que estaba en su propia casa.

(Fuente: Crónica)