Por la noche del jueves, fuentes judiciales, revelaron que a través de un informe pericial, hallaron ADN de uno de los rugbiers, acusado de asesinar a golpes a Fernando Báez Sosa, el pasado 18 de enero a la salida de un boliche en la localidad balnearia de Villa Gesell. El material genético, corresponde a Blas Cinalli, uno de los ocho rugbiers detenidos por el crimen, según detallaron las fuentes.

En tanto, el peritaje de rastros realizado en la ropa secuestrada a los imputados horas después del homicidio del estudiante determinó que en el 70 por ciento de esas prendas de vestir había restos de sangre que pertenecían a la víctima. 

Voceros judiciales informaron a Télam, los resultado de los estudios de ADN llevados a cabo en el Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses de Junín. En uno de los análisis, se pudo determinar que fue hallado material genético de Cinalli (18) debajo de las uñas de Báez Sosa (18).

Cinalli, se encuentra imputado como "coautor" del asesinato de Fernando, según la causa que investiga el Juzgado de Garantías N.º 6 descentralizado de Villa Gesell.

Por otro lado, en el marco del expediente, restan otros peritajes, entre ellos, los estudios psicológicos y psiquiátricos a los acusados en la Asesoría Pericial de La Plata. Otra medida a realizar es el estudio scopométrico para cotejar la impronta de una huella de una zapatilla levantada del cuerpo de la víctima con los calzados secuestrados a los imputados.

Los acusados por el crimen de Fernando son Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Lucas Pertossi, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz y Luciano Pertossi, quienes se encuentran detenidos en el Penal bonaerense de Dolores, imputados como coautores por el delito de homicidio doblemente agravado por concurso premeditado de dos o más personas y alevosía.

Por su parte, Alejo Milanesi (quien no había sido reconocido en las ruedas de reconocimiento) y Juan Guarino (quien se habría manifestado como sujeto pasivo), quedaron en libertad por pedido de la fiscal Verónica Zamboni, y fueron imputados como participes necesarios. 

Los diez imputados están a la espera de un juicio oral, en el cual algunos de ellos podrían ser sentenciados a prisión perpetua.