Yésica Cuevas finalmente apareció, pero el misterio sigue. La mujer de 42 años que pasó once días desaparecida desde que dijo que iba a la farmacia, el día que tenía su cesárea programada para tener trillizos de un embarazo que no existía, declaró en fiscalía, Sin embargo de la misma manera en que no dio a luz a ningún hijo, tampoco pudo dar demasiadas precisiones sobre lo que realmente sucedió y alega una y otra vez que fue víctima de violencia de género.

Yésica insistió en que el embarazo existió, pero dijo que lo perdió por culpa de su pareja Javier Balmaceda. Lo cierto es que, durante el lapso de investigación transcurrido aún no se logró dar con nada que pruebe que haya estado esperando a una criatura, menos a tres. Y en el examen clínico del pasado viernes no se encontraron indicios de que ella hubiera gestado en algún momento, lo que concuerda más bien con el testimonio del médico que se presentó en los últimos días ante la Justicia y dijo que la mujer le pidió un certificado trucho.

Por otro lado, la mujer alegó ante el fiscal que no quiso decir antes que lo había perdido por miedo, por la presunta violencia de género que ejercía sobre ella su novio actual. En ese sentido, luego de revisar el teléfono celular que ella había olvidado en su casa al huir, los investigadores no hallaron ningún tipo de mensaje de él hacia ella que muestre actitudes violentas o amenazantes. Incluso, deslizaron las fuentes que vieron indicios más cercanos a una manipulación por parte de Cuevas, exigiendo dinero a su pareja actual.

Sobre la decisión de irse a la casa de su ex, la mujer dijo que le escribió al hombre para pedirle que le dejara quedarse con él. Ella argumentó que el 29 de enero decidió escaparse porque era víctima de violencia de género por parte de su actual novio, el mismo al que le hizo creer durante nueve meses que iba a ser padre por triplicado, pero al que nunca le dejó pasar de la puerta del hospital cuando le decía que tenía un control o que hacerse un estudio.

Por su parte, quien supo ser pareja de Yésica, dijo a la justicia que si bien en un primer momento le creyó y aceptó alojarla, él necesitaba una tercera opinión, dado que el revuelo mediático no le daba ninguna tranquilidad. Fue su jefe quien le recomendó que hablara con la Policía. Como tenía un amigo en la comisaría, fue a él a quien le reveló el paradero de Cuevas y así fue cómo en el mediodía de este viernes se montó el operativo para ir a buscarla. Cuando llegaron, la encontraron echada en un sofá, mirando televisión.

Fuente: Infobae