MENDOZA
Sancarlinos convulsionados por una “muñeca que habla”
Los rumores empezaron a correr. Dicen que una familia la encontró en un basural y la quería restaurar, pero se asustó cuando la escuchó emitir palabras. Bromas y temores.
(Losandes.com) Hoy no se habla de otra cosa en San Carlos. El supuesto hallazgo de una muñeca que habla -e incluso refiere a personas concretas del lugar- ha convulsionado a los habitantes del departamento.
Cuando la marea de rumores y versiones de la historia iba en pleno ascenso, a algún vecino se le ocurrió exhibirla en la plaza de la villa cabecera para desatar definitivamente un gran revuelo popular.
Decenas de vecinos han pasado por el lugar, con la esperanza de oír algunos de sus "secretos”. La muñeca, sin manos y con un pronunciado tajo en su rostro, ayer fue trasladada y expuesta en la plaza de Eugenio Bustos.
Pero, según cuentan, continuó encerrada en su mutismo. Para romper con el mito -y de paso, con algún conjuro si existiese- un grupo de vecinos prometió quemarla públicamente en horas de la noche.
Nadie puede aventurar cuál será el destino de tan extraña ‘creatura’, como así tampoco existen datos concretos de su origen.
La historia que corre de boca en boca habla de una familia que encontró a este juguete en un basural que se encuentra en la zona conocida como La Salada. Al parecer, les llamó la atención y la llevaron a su casa con la clara intención de repararla y dejársela.
Sin embargo, dicen que la muñeca comenzó a emitir palabras y frases como si se tratara de una situación ‘paranormal’. Descartada la intervención de algún mecanismo electrónico o de voces grabadas, los asustados nuevos dueños decidieron consultar a alguien que les explicara el fenómeno que estaban presenciando. Algunos sostienen -incluso- que aportaba datos de personas concretas de San Carlos.
Siempre según el relato popular, la familia llevó el caso hasta la Policía y, tras asesorarse con un cura de la zona, decidió devolverla al sitio donde la había encontrado.
Para sorpresa de todos, la mañana del viernes pasado, la muñeca apareció sentada -exponiendo su sonrisa y mostrando toda su fisonomía- en la base del mástil, donde flamea la bandera en la plaza de la villa sancarlina. Lo mismo ocurrió en la de Eugenio Bustos.
A partir del curioso caso no dejan de surgir rumores, bromas y también temores entre los vecinos que esperan expectantes el desenlace de la historia. El tema se ha convertido en moneda corriente en las publicaciones y radios locales. Hay quienes vaticinan "desgracias para el pueblo”. Otros piden que el tema sea tratado con respeto. Otros ironizan con llevar el tópico al cine o la literatura.
Lo único que existe por el momento son comentarios. No han aparecido testigos directos que den fe del hallazgo. Nadie puede asegurar que la expuesta sea la muñeca del relato. Incluso de que la misma exista o haya existido.
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