Sangraba y no la atendieron porque creían que había abortado
Este aberrante episodio que le tocó vivir ocurrió en la ciudad salteña de Tartagal. El médico fue denunciado por la madre de la víctima, quien detalló la penosa situación.
Una joven llegó a un hospital público de Tartagal, en Salta y se tuvo que cambiar los apósitos en la vereda del nosocomio, debido a una fuerte hemorragia ginecológica que sufrió y ante la negativa de un médico de atenderla. El hecho, por el cual ninguna autoridad judicial actuó de oficio, para proteger los derechos de una mujer en situación de vulnerabilidad extrema, se produjo la semana pasada en el hospital Perón de Tartagal, entidad que este martes cambió de autoridades.
"El viernes pasado, como a la 1 y media de la mañana llegamos al hospital Perón con mi hija a bordo de la ambulancia, que la fue a buscar porque era impresionante la hemorragia que tenía. Nosotros vivimos en el barrio Los Tobas y cuando llegamos la enfermera, al ver que mi hija se desangraba tanto, me dijo que agarre una toalla y que le ponga entre las piernas como si fuera un pañal, porque era imposible pararle la sangre" relató la madre de la joven.
"No nos dieron ni una silla de ruedas, solo me dijeron que fuera por el ascensor al primer piso, que tome el pasillo hacia la mano izquierda y que busque a la enfermera para que la atienda a mi hija. A ella la dejé sentada en la sala de espera y cuando vino esa enfermera nos hizo entrar a un consultorio donde hacen ecografías. La enfermera me dijo: 'Esperen acá yo voy a buscarlo urgente al médico de guardia'", indicó con tristeza y bronca la mujer.
"Frente al consultorio donde nosotros estábamos esperando estaba el médico de guardia durmiendo, el Dr. Parra. Hice que mi hija se acueste en la camilla hasta que vino este mismo médico, de muy mala manera, porque se vé que recién se despertaba, le colocó un gel en el vientre a mi hija; al momento me dijo que no podía ver nada en la eco y que esperemos una hora. Cuando me dijo eso le expliqué que la chica estaba perdiendo muchísima sangre", comentó la madre.
El médico le respondió que no podía hacer nada porque en la ecografía no se veía nada y que tenía que esperar. "Para justificar su pésimo proceder, este médico le dijo a la doctora que la internó, que seguro mi hija se había hecho un aborto, cosa que con los estudios quedó totalmente descartado; todavía esperamos el diagnóstico, pero lo que sucede en ese hospital es espantoso, lo viví yo misma y si no fuera por mi patrona, mi hija se hubiera muerto desangrada" finalizó la denunciante.