Según el estudio "Deudas sociales en la Argentina del siglo XXI (2004-2024). Fin de ciclo y futuro abierto" de la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza en el país se situó en 49,9% durante octubre, mientras que la indigencia afectó al 12,9% de la población. Estos índices reflejan un incremento en comparación con el 44,7% de pobreza registrado al cierre del tercer trimestre de 2023 y una ligera mejora respecto al pico del 55,9% del primer trimestre de este año.

Por otro lado, la situación es crítica en los niños: la pobreza infantil alcanzó el 65,5% de los niños entre 0 y 17 años vive en situación de pobreza, y el 20% enfrenta pobreza extrema, indicador que empeora progresivamente desde 2018.

Por otro lado el 60% de la población trabaja en condiciones precarias o está desempleada: 8,9% sin empleo. 23,6% subsiste con "changas". 27,8% tiene empleo precario. A esas estadísticas, se suman las del subempleo y desempleo, cifra que alcanza el 32%.

Por otro lado, el estado de la economía de los hogares reflejó que el 47% de los hogares no logra cubrir sus necesidades básicas, cifra que aumenta al 75,3% en los estratos socioeconómicos más bajos. Solo 1 de cada 10 hogares urbanos tiene capacidad de ahorro mensual y 36,3% de los hogares recibe algún tipo de asistencia estatal.

Según Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), la inflación disminuyó, pero los gastos fijos, como servicios públicos, han absorbido gran parte del ingreso disponible. El ajuste llevado a cabo por la actual gestión generó un impacto significativo en la calidad de vida, aunque su magnitud fue menor a lo esperado debido al carácter de "transición".

El informe destaca que entre 2023 y 2024 aumentó el número de hogares que tuvo que reducir gastos en atención médica y odontológica.