Una violenta pelea entre dos bandas de presuntos afiladores desató el caos en la formación del tren Sarmiento este sábado por la mañana, cuando el convoy se detuvo en la estación Merlo. El enfrentamiento, que incluyó golpes de puño, palos y proyectiles lanzados con gomeras, obligó a la intervención de la Policía Federal, con un saldo de 11 personas detenidas.

El incidente ocurrió alrededor de las 9:30 a.m. en el furgón del tren, donde los dos grupos comenzaron a pelearse por lo que, según las primeras investigaciones, serían rencillas de vieja data. "Personal que trabaja en el andén central observó, cuando la formación se detuvo, que había dos grupos enfrentándose y arrojándose objetos contundentes entre sí", informaron fuentes policiales. Además, se determinó que el conflicto habría surgido por el robo de una bicicleta perteneciente a uno de los integrantes de una de las facciones.

La intervención de los agentes de la Policía Federal, quienes cumplían funciones de seguridad adicional en la estación, fue clave para frenar la batalla. Con armas en mano, lograron dispersar a los agresores y detener a 11 hombres, quienes fueron trasladados a la comisaría 1ra. de Merlo. Los detenidos enfrentan cargos por lesiones, atentado y resistencia a la autoridad. Afortunadamente, el personal policial resultó ileso.

El violento episodio no solo alarmó a los pasajeros que presenciaron la pelea, sino que también desató reacciones preocupantes. Según relataron testigos, uno de los pasajeros gritó: “Pegale un tiro a estos negros, no perdemos nada”, mientras que un miembro de una de las bandas instigaba a sus compañeros con la frase: “Vamos que son menos”.

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El enfrentamiento entre los afiladores no es el único hecho violento reciente a bordo de los trenes de Buenos Aires. Semanas atrás, otro incidente se viralizó en redes sociales, esta vez en la línea San Martín, donde dos pasajeros protagonizaron una pelea dentro del furgón.

Estos episodios de violencia en el transporte público destacan la creciente preocupación por la seguridad en los trenes de la región metropolitana, donde conflictos entre pasajeros parecen haberse vuelto más frecuentes y difíciles de controlar.