Sergio Daniel Stechina combatió en la Guerra de Malvinas, durante esos días en los que temió por su vida, el joven escribió un diario en el que relató sus vivencias. En un momento dado el combatiente escondió su libreta. Cuarenta años después se reencontró con estos escritos.

Stechina se reencontró con este “diario de guerra” casi por casualidad. Es que una familia de la ciudad de Avellaneda, en Santa Fe, recorría el Museo y se detuvo a ver la sala de documentos y objetos significativos de la guerra de las Malvinas.

"Grande fue nuestra conmoción, ya que el Barrio Don Pedro está a unas cinco cuadras de la casa de mis viejos, a ochocientos kilómetros de la mía ahora. Don Rogelio Stechina, quien falleció hace unos seis años, es el papá de Fabián, un compañero de primaria al que apodábamos 'Gallo'", describió José Luis Aguilar, miembro de la familia que visitaba el Museo.

Según lo que se pudo reconstruir, este diario estaba en poder del Gobierno argentino como parte de los documentos y elementos recuperados en las islas. Hasta en el año 2015, para el primer aniversario del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, el Estado argentino donó a la institución una serie de documentos y objetos para que sean exhibidos allí.

Apenas Aguilar y su familia regresaron a Avellaneda se contactaron con la familia Stechina para avisarle a Sergio que vieron su diario en el museo. En esta libreta Schetina cuenta que salieron a hacer una misión, y cuando volvió a su base en Darwin se encontró que con las tropas británicas que habían ocupado el lugar.

Cuando este soldado pensó que lo iban a capturar colocó en un morral el diario, una cámara fotográfica y un machete y escondió todo bajo unas piedras para que no caigan en poder del enemigo.

Igualmente antes de desprenderse de este testimonio aclaró: "Si llego a caer en cumplimiento del deber, el que lo encuentre (al diario) lo haga llegar a esta dirección: Rogelio L. Stechina, Barrio 'Don Pedro', (3561), Avellaneda, Santa Fe".

Sergio sobrevivió a la guerra y con el paso de los años dio por perdido aquel escrito. "Nunca pensé que me iba a reencontrar con esto", dijo el ex combatiente luego de que el director del Museo, el también veterano de guerra Edgardo Esteban, le entregara la libreta en sus manos.