El domingo pasado, una oficial de la Policía de San Miguel, Buenos Aires, salvó a una beba tras realizarle maniobras de RCP, logrando que reaccionara y permitiendo que médicos de guardia del Hospital Lacarde la atendieran. El hecho se dio cuando el chofer del móvil municipal advirtió a una mujer pedir socorro porque su hija de 1 año y 3 meses se había ahogado y no respiraba.

Ese mediodía, en la esquina de Av. Balbín y Sarmiento, la mujer pidió ayuda al personal del móvil que estaba patrullando la zona y los oficiales inmediatamente dieron aviso y las trasladaron al Hospital Larcade. Cuando se encontraban camino al nosocomio, la policía Laura Pagani le realizó maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) a la bebé y logró que reaccionara. 

Finalmente fue atendida por los médicos de guardia del hospital, donde ingresó con dificultad respiratoria y pudieron estabilizarla. 'Nos dieron el alta a las 22hs. Ahora a controlar, mi nena está bien, jugando, gritando y corriendo como siempre lo hizo', expresó la mamá luego de agradecer a todo el personal de seguridad y salud por haberle salvado la vida a la niña. 

Como lo demuestra este caso, la RCP efectivamente salva vidas. La mayoría de personas que sufre un paro cardiorrespiratorio depende de alguien que realice esta reanimación para sobrevivir. Según indica el Ministerio de Salud, el inicio inmediato de RCP por parte de alguien entrenado, aunque no sea un profesional, puede aumentar un 40% las posibilidades de supervivencia.