Por la tarde del martes, una enorme víbora causó temor en el balneario entrerriano Piedras Blancas. Los bañistas que se encontraban en la playa, a la orilla del Río Paraná, se alejaron rápidamente al notar que el reptil nadaba hacia la costa.

La serpiente, salio del agua y se quedó a la orilla del rio, cerca de las sombrillas, hasta que un guardavidas, la retiró del lugar tomándola de la cola y arrastrándola por la arena, según comentaron testigos.

Según el biólogo Alfredo Berduc. "Su nombre científico es Eunectes Notaeus, se la llama también anaconda amarilla, es una boa constrictora que en ese tamaño no representa peligro alguno. Si se la hostiga puede morder pero no tiene veneno y no es peligrosa para los seres humanos", explicó.

El especialista, comentó que "es una especie inofensiva y se trata de una especie en peligro de extinción y es rara su presencia en la zona. Llega desde el norte donde las temperaturas le dan chances de reproducirse. Puede haber llegado en un camalote, ahora que el río está creciendo un poco", indicó.

Pese al temor de los veraneantes, el reptil no provocó heridas a nadie y fue retirado del lugar sano y salvo para devolverlo a su hábitat natural.