‘Son tiempos difíciles en donde todos los sanjuaninos tenemos que estar unidos’, es una de las frases que distintos actores del gobierno de la provincia, con el gobernador a la cabeza, vienen repitiendo. Este mismo llamado a la búsqueda de consensos por parte del oficialismo, se materializó este 3 de abril, cuando Marcelo Orrego, en su discurso de apertura de sesiones ordinarias 2024, pidió a los Legisladores que sean ellos quien les den vida a los proyectos para la próxima Ley Electoral. Esta petición de unión, de búsqueda de consensos, fue resaltado por el vicegobernador Fabián Martín en su visita a Es lo que Hay este martes. ‘En la Legislatura nos esforzamos para tener un diálogo aceitado’, precisó.

El presidente de la Cámara de Diputados de San Juan aseguró que en la Legislatura el diálogo con las demás fuerzas políticas está afianzándose día a día. En ese sentido, destacó la actitud del gobernador de mostrarse interesado en apelar a la búsqueda constante de consenso. ‘En estos momentos tan difíciles nos tienen que encontrar unidos, sin disidencias’, expresó en consonancia con el mandatario provincial.

Otro de los aspectos del discurso que destacó fue la decisión de reactivar la obra pública con fondos provinciales. En este sentido, remarcó, que, a pesar, de que la gestión está transitando estos últimos meses bajo la línea de la austeridad, la decisión política del gobernador es importante, para que en la provincia no se note tanto la crisis económica que intenta manejar el Gobierno Nacional.

Para Martín, el mensaje de Orrego en la Cámara de Diputados fue ubicado a la realidad que vive no solamente San Juan, sino al duro e impredecible contexto nacional. El vicegobernador destacó que el mandatario no hiciera promesas de cuantiosas obras, por la sencilla razón de que, en la provincia, como pregona el Gobierno Nacional para el país: ‘No hay plata’.

 ‘En la Argentina viene un cambio de época. Estamos pagando los desaciertos que se vienen cometiendo desde hace 70 años’, expresó el ex intendente de Rivadavia al referirse al obligado diálogo que se tiene que afianzar en el país para soportar los cambios radicales que se están generando.