Finalmente se pasó en el aire de la plataforma de streaming Star+, la entrevista de Alejandro Fantino con la China Suárez luego de los dichos de Wanda y Mauro Icardi, en París, junto a Susana Giménez.

A través del ciclo “En primera persona”, la actriz detalló cómo la afectó el Wandagate y reconoció que se sintió defraudada por gente de su entorno.

“Ya sé por qué me elegiste: porque me vas a poder llevar para cualquier lado”, comenzó diciendo Fantino en una charla que duró una hora y en donde la actriz contó su verdad del escándalo que la tuvo como la tercera en discordia y también se refirió a su vida y a sus hijos.

La rubia se refirió al machismo que tiene algunas mujeres que no dudan en señalar a otras juzgando y opinando sin saber.

“Soy muy vergonzosa, aunque no parezca, con muchas cosas. Las entrevistas que he dado han sido más por trabajo, pero me cuesta abrirme. Por eso, para mí fue tan raro lo que me pasó con vos, porque mi familia y mis amigas que me conocen de toda la vida me dijeron que fue como verme en el living de casa, que nunca me vieron tan auténtica en una nota. En general me pongo muy nerviosa, porque cuando hablo, generalmente la cago”, comenzó diciendo Suárez.

“Cuando era chica, lo único que quería que me pasara cuando fuera grande era tener hijos. Lo demás, me parecía un detalle. Ni siquiera quería una familia, porque no es que yo decía: ‘Me quiero casar y tener hijos’. Yo quería bebés”, recordó.

“Mi papá nació en Villa Pueyrredón. Es de clase baja, laburante. Mi mamá estaba mejor acomodada, por así decirlo; era de Belgrano, hija única. Fue como una novela de Polka. Fueron padres muy presentes: mi mamá se dedicó a cuidarnos a mi hermano y a mí toda la vida, y se lo agradezco. Ellos se separaron cuando yo tenía 8 años, pero no lo viví como un trauma. Tengo el recuerdo de la charla en la que me dijeron que se iban a separar. Me lo comunicaron de una manera tan relajada que yo lo recibí así”, recordó la actriz.

“Creo que esa charla con mis padres fue la que me dio alas. Nunca sentí eso de que ‘hay que estar juntos por los hijos’. No lo viví. Nunca presencié una pelea entre mis papás, por ejemplo. Por eso, no tengo tolerancia al conflicto. A mí el regalo más grande que me dieron mis padres fue haberse separado. Yo sí he peleado adelante de los chicos, pero no soy ni de gritar, soy hiriente sin levantar el tono. Soy muy picante y me puedo poner muy mala”, reveló divertida.

“Soy confiada y muchísimas veces me fallaron, pero soy demasiado desprendida, y eso viene de mi papá: la plata está para ganarla: En Casi Ángeles veía que los chicos ahorraban e iban por su segundo departamento ¡y yo nada! Pero me iba de vacaciones, viajaba... Mis lujos eran irme a Pinamar e invitar a toda mi familia, a mis amigas... A mí la plata me gusta compartirla con mis seres queridos. Pienso que me puedo morir mañana y para qué sirve haber ahorrado plata”, comentó.

“Llevo una vida recontra normal: voy al shopping, camino por la calle... Cuando Rufi era hija única y se me acercaba gente no le gustaba nada, le daba celos. Y creo que ahora un poco le gusta, porque ve que la gente es amable. Me pregunta: ¿por qué te quiere si no te conoce? Y ahí más o menos le explico, pero creo que para mis hijos todo el mundo trabaja de lo mismo, porque los dos padres son actores, la novia de Nico también es actriz, están rodeados de eso y les parece normal. Lo raro para ellos es que no te pidan una foto en la calle”.

El día que Wanda escribió en las redes el mensaje en donde daba a entender que la China había arruinado su matrimonio, la actriz estaba en España trabajando: “Las cosas te llegan por cualquier lado, por más que vos tomes la decisión de no ver. Pero cuando hay tanto ruido, suelo decirle a mi entorno y a mis amigos que no quiero saber”, explicó.

“En ese momento estaba en Madrid grabando mucho. Estaba cumpliendo un sueño y tenía la cabeza puesta en eso. Filmar una película en España estaba en mi lista de sueños y no pensé que lo iba a cumplir tan joven. Y fue una película que me costó mucho, porque tuve que hacer muchos castings, muchas pruebas, porque eran muchas las chicas que estaban preseleccionadas. Estaba ahí, cumpliendo mi sueño, con mis hijos, con mi mamá... Tengo demasiado para ser feliz”, rememoró.

“Yo nunca sentí que tenía que dar explicaciones. A lo mejor suena soberbio, pero el día que mis hijos me pregunten lo que quieran saber, a los únicos a los que les voy a dar explicaciones es a ellos. No solo sobre esto que pasó, sobre toda mi vida. Ni de un novio me banco que venga a pedirme explicaciones. No me banco el ‘dónde saliste’, ‘con quién fuiste’, ‘quiénes estaban’”.

“No tengo tolerancia para esas cosas, pero no es por hacerme la superada... Hay algo que tiene que ver con la privacidad y con la intimidad que yo quiero mantener a lo largo de mi vida. No soy un personaje, soy yo. Ojalá me saliera armar un personaje. A mí me quieren y me odian por las mismas razones, porque yo no muestro algo que no soy”, agregó.

Para cerrar, Suárez dijo en la pantalla de Star+: “Claro que la pasé mal. No tan mal, tal vez, como pensaron, porque hay gente que me escribía dándome el pésame. Hay gente que sentía que si le hubiera pasado esa situación... Como yo estaba en España lo pude ver de lejos. Entendí que es parte del juego y que no es personal”.