Sandra Domínguez, artista mediática íntima amiga de Carmen Barbieri, estuvo en América y relató el calvario que sufrió con las operaciones a las que se sometió con Aníbal Lotocki.

La rubia dio detalles escalofriantes de las intervenciones y los "arreglos" que hacía el médico cuando las infecciones comenzaron a aparecer en su cuerpo. 

Sentada en el living de "Intrusos" (América), la vedette explicó: "Empecé otra vez a tener problemas de plaquetas altas y hay que analizar bien de qué vienen y linkeado con que tengo el sistema inmunológico deficiente, bajo, tengo que analizarme con una ematóloga si tiene que ver con el producto porque yo ya pasé por esto en una de mis 'casi' muertes, porque tuve varias". 

"Yo no me operé antes que Pamela Sosa. Lo conocí a Aníbal en 2008, no por Pamela. Fue antes de que sea famoso. Ella después viene de Chile ya operada", agregó y afirmó que "en Clarín salían unos avisos chiquitos que decían 'tené tus glúteos en 40 minutos'. Fui a la consulta en un departamento de (calle) Córdoba"

"Ahí me explica que es una cosa que se reabsorve, un tratamiento revolucionario. Estaba lo del metacril dando vueltas, lo relacionó con eso y que se iba degradando y en siete años se reabsorvía. Que era tan inocuo e inofensivo que podía hacerlo detrás de un biombo que tenía", contó Domínguez.

La actriz contó que "en 2009, mi doctor de cabecera es Gustavo Sampietro, me dijo 'la explicación que te dio este doctor es imposible. Las fibras que hay en glúteos son tan grandes y hay tanta cantidad de venas que atravesar con una cánula con el mejor de los productos que te ponga ya es traumático y se pueden formar los famosos granulomas'".

"Me dijo, 'no sé que producto él pone, pero te aseguro que si una ampolla sale 350 dólares, vos tenés que vender un departamento para pagar una cola mostrador'. Me explicó como entra la cánula y que trate de que no me opere", contó Sandra.

"Ahí la conozco a Pamela Sosa, viene a hacer el verano toda hecha por él desde la punta del pelo. Le hizo la cara, se la veía muy bella. Ella promocionaba su cola. Yo pensé, si opera a su señora...", expresó manifestando que eso le daba confianza. 

"La frase de Sampietro fue 'si me ponés 3 millones de dólares para que yo te haga eso, que perfore un glúteo con una cánula, te devuelvo la plata y no la hago'. A mí me convenció la imagen (de Sosa) y verla bien. Hoy, te digo que después de un año o dos, ella tendría que haber tenido problemas y ella los calló. No la estoy acusando, digo que estos inconvenientes empiezan inmediatamente".

"Se siente un calor y una fiebre porque es un cemento y levanta temperatura. Es como un acrílico".

Decisión complicada

"En septiembre de 2009, decido operarme con él. Lo hace en ese departamento de Córdoba. No me cobró, nunca. Fue una cantidad acorde a mi cuerpo, no es que yo no tenía cola. Yo hacía mi trabajo a nivel estético, pero esas colas eran tentadoras. Yo no le echo la culpa a la sociedad, a los hombres. Era algo que yo quise hacer para verme mejor porque me gustó. No quiero hacer victimización", comentó la vedette sobre su caso.

Luego aseguró: "Me callé todo este tiempo por el miedo a ser juzgada, en el programa donde me traten así, me levanto y me voy. Me siento culpable de estar acusando a Lotocki, él genera cierto afecto, le tomás cariño a tu asesino, sería". "Yo no estoy hablando mal de él, estoy contando mi experiencia. No lo estoy insultando ni atacando", aclaró.

"Siempre que me hice algo me pidió los estudios prequirúrgicos, los normales pero él no tiene un cardiólogo, anestesiólogo o monitoreo. Los quirófanos de él son muy rudimentarios", sostuvo Sandra.

Sobre el procedimiento, Domínguez detalló: "Me acostó boca abajo, me hizo como somnoliencia con anestesia local... a todo el mundo él les decía que 'como este producto no se desliza, con la grasa hago que circule'. ¿A mí que me pusiste? (preguntó). 'Te puse un gelcito'. Siempre pensé que él era cirujano".

"Me tocó filamentos, me decía 'eso es porque engordás'", contó Sandra que se operó siete veces con el médico. Aseguró que "una asistente de él me coseó el glúteo" y que Lotocki "operaba con un 'polvito' que traía de Corrientes".