Este martes y luego del ingreso de 20 participantes, Gran Hermano recibió a dos jugadores más que llegaron para romper con la armonía de los primeros jugadores.

A partir de las 22.30 horas, Santiago del Moro recibió a Sabrina Cortez y Bautista Mascia, los dos últimos participantes que apenas llegaron tuvieron que sumarse a la prueba para determinar quién será el primer líder de la competencia.

Sabrina Cortez, nació en Mendoza pero hace varios años reside en Buenos Aires: “Me dicen la Barbie camionera porque abro la boca y la arruino”, comentó la también contadora que prefiere dedicarse a las redes y al modelaje. “Estrés no”, dijo, y reveló que sus padres son ambos militares.

Una representante de Cuyo ingresó a Gran Hermano

“Estoy en pareja hace siete años con intermitencias, mi novio me deja hacer lo que quiera”, contó Sabrina, que dijo que, de ser necesario, estaría con otro participante de la casa “por conveniencia”.

Por su parte,  Bautista Mascia es el uruguayo que faltaba y se considera un “Tincho evolucionado”. Vive en Montevideo, es muy inquieto, se dedicó mucho tiempo a la música y ahora maneja una carnicería. El hermanito también se dedica al atletismo, y en esa línea jugó un mundial de rugby en África. “Nos soy problemático, pero tengo muchos amigos del rugby y arranqué agarrándome a trompadas en la cancha”, contó el uruguayo, que quiere que su mamá esté orgullosa de él.

Líder

Sorpresivamente, la mendocina ganó la prueba de equilibrio y se consagró como la líder de la semana obteniendo impunidad y la posibilidad de salvar a uno de los nominados y poner en placa a otro jugador, uno de los cambios que se estrenan en esta nueva edición.