La llegada de los nuevos jugadores a la casa de Gran Hermano alteró los ánimos y las hormonas, especialmente de Juliana o Furia quien recibió de muy buen modo a Mauro, el ex rugbier y competidor musculoso.

Como tantas veces lo había solicitado y ante la negativa de Lisandro, la calva competidora aplaudió a los nuevos ingresantes, abrazó a Denisse y miró con indiferencia a Sabrina.

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Con una larga noche de conocerse y contarse hasta "donde se podía" - por la prohibición que tienen los recién ingresados de contar sobre lo que sucede en el exterior-, Juliana no dudó en avanzar y hasta se besó con Mauro.

Antes de irse a dormir, el nuevo "hermanito" se lavó los dientes y en ropa interior le dio un pico a Furia y luego, a pedido de Rosina, repitió el gesto de amor.

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Por supuesto las redes sociales festejaron el "avance" de una de las competidores favoritas que sigue generando contenido, peleando por lo que siente suyo y generando confrontaciones.