El domingo pasado, Mauro fue el elegido de los seguidores de Gran Hermano para abandonar el juego a pocas semanas del final.

Inmediatamente, el lunes llegaron de sorpresa amigos y familiares de los nueve participantes que siguen en juego, en el exitoso juego de Telefe.

Entre ellos, ingresó Pancho el hijo de Darío quien, desde el comienzo, se acercó a Juliana para dolor de cabeza del jugador más longevo de la casa.

Lejos de quedarse de brazos cruzados, el padre del joven no dudó en accionar y realizar una dura advertencia al fanático de Boca Juniors.

La distancia entre la doble de riesgo y el nacido en La Plata, no es nueva. Los concursantes se cruzan repetidas veces, sobre todo luego de la salida de Mauro -a quien el vendedor de autos- consideraba casi como un hijo.

Claro mensaje

Darío buscó un momento de tranquilidad y expresó: “¿Viste cómo es con Furia, Pancho?. Todo lo mismo que hizo con Mauro. No sabés si te apuntó o qué sé yo. Pasado mañana te puede estar gritando”, comenzó diciéndole el jugador a su hijo.

“Si ella está allá, tenés que caminar para el otro lado. ¿Qué hizo? Te agarró y te sentó al lado. Así juega ella porque no se le acercan. Entonces te usa. No sabes si es buena onda o si te está usando”, le aconsejó el "hermanito" a su hijo.

“Es para evitarte un mal momento. Nada más. Entonces tampoco le des lugar gratuitamente acercándote vos, ¿me entendés? Solo si ella te habla. Porque juega 24/7. La hija de p...está todo el día jugando. Nada de tintura, Nada de nada”.

Pero llamativamente, Francisco se acercó a Furia, quizás dándole a entender a su padre que ella es fuerte y bien vista en el exterior, detalle que no le interesa al platense.