Un halo de sorpresa rodea a Guillermo Francella tras las recientes noticias que apuntan a una presunta separación de su esposa, Marynés Breña, después de casi cuatro décadas de matrimonio. En una declaración breve, pero cargada de significado, el actor habló en Intrusos (América) y expresó su asombro ante la exposición de un momento personal que, según él, jamás pensó que alcanzaría al público.

“Como todo matrimonio, llevamos 38 años en total, entre noviazgo y casamiento, y estamos en esa meseta que cualquier cosa ocurre”, le dijo el actor al cronista Alfonso Oliva. Al referirse a esa “meseta”, el actor abrió una puerta hacia las vicisitudes de la convivencia a largo plazo, como quien reconoce los cambios inevitables y naturales de una relación que, pese a ser sólida, no está exenta de desafíos.

Sin embargo, lo que marcó la declaración del intérprete fue el desconcierto, casi doloroso, que expresó ante la difusión de esta crisis de pareja: “Se ventiló algo que no imaginé que se iba a ventilar”. Estas palabras resonaron como un eco de frustración por la privacidad con la que siempre manejó los asuntos familiares, lejos del escrutinio de la fama.

Además, con la franqueza que lo caracteriza, el actor aseguró que pese a todo se mantiene unido a su familia: “No hay nada raro, somos una familia hermosa con mi mujer, con mis hijos, con este vínculo que tenemos. Hoy hablé tres veces con Marynés, no hay ninguna rispidez, ninguna crispación”. Ante las preguntas de la prensa, aclaró que él y su esposa recientemente celebraron juntos el cumpleaños de su hijo Nicolás y que mantienen una relación cercana y unida. “Creo que se exacerbó todo de un modo que tenía que contestar”, añadió, resaltando la presión que implica su figura pública. “Cuando alguien es muy conocido, no queda otra que enfrentar las circunstancias”, dijo.

Al ser consultado si lo que estaba viviendo es una crisis pasajera, Francella no dudó en aclarar que “Dios quiera que sí, como debe ser, pero estamos muy cerca, muy unidos”, aunque reconoció que este año no festejaron su aniversario de casamiento, ya que él se encontraba filmando en España y ella en un viaje con su hermana: “Por primera vez no pudimos coincidir”.

El actor se limitó a estas palabras, sin confirmación explícita de una separación definitiva o de un posible regreso, además de dejar en el aire la sensación de que algunos capítulos deberían permanecer en la intimidad. Pero lo cierto es que esta breve declaración revela un aspecto universal y profundo: el peso de sostener una relación en medio de la fama y la inevitable erosión de los años.

Cabe recordar que a información fue revelada por la periodista Paula Varela, quien, a través de sus redes sociales, sorprendió al público con los detalles de una separación que, según sus palabras, habría ocurrido “en buenos términos” y sin conflictos abiertos.

“Después de 36 años de estar juntos, se separaron”, expresó Varela en un video difundido en Instagram, donde ofreció una explicación que ahondaba en las complejidades de la pareja. “Pasaron una crisis muy profunda”, añadió, subrayando que, pese al distanciamiento, ambos continúan compartiendo eventos familiares y mantienen una “muy buena relación” por el bienestar de sus hijos, Nicolás y Johanna, a quien el público conoce como Yoyi. La periodista destacó la unión que permanece entre ellos, a pesar de la aparente ruptura: un gesto de cariño hacia sus hijos y, sin duda, un signo del respeto cultivado a lo largo de los años.

La separación de Francella y Breña no tardó en levantar una ola de especulaciones. Muchos seguidores de la pareja recordaron los años de discreción y solidez que siempre los caracterizaron. Francella, famoso no solo por sus papeles cómicos, sino por el profundo compromiso con su familia, se había mostrado reservado en lo referente a su vida privada, construyendo en el imaginario colectivo la imagen de una familia unida.