Desde la muerte de Ricardo Fort y luego de Gustavo Martínez, la vida de Martita y Felipe continuó en Miami junto a algunos de sus familiares y asistentes más cercanos.

Los hermanos, ya mayores de edad, decidieron qué hacer con sus vida y fue Martita quien, a través de sus redes sociales, comenzó a compartir sus rutinas y viajes alrededor del mundo.

Por su parte Felipe, más cauto pero no menos divertido se mostró enamorado de Priscila Godoy y ahora sorprendió con un cambio físico rotundo.

Lejos de ser el joven delgado y con ansias de hacerse cargo de la fábrica de chocolates, ahora el hijo del millonario fallecido exhibió un llamativo cambio.

En primer lugar, Felipe decidió raparse y luego mostró sus abdominales en plena sesión de gimnasio. Al parecer el joven heredó la pasión por la gimnasia, al igual que su padre quien siempre confesó estar familiarizado con la actividad física.