María Mogilevsky, más conocida como María Duval, murió a los 95 años rodeada de sus seres queridos. La triste noticia fue confirmada por Federico Grosman, uno de sus nietos. "Falleció en paz, tranquila, en su casa, sin sufrir, es parte de la vida", expresó.

Nacida en Bahía Blanca el 17 de mayo de 1926, la intérprete fue considerada una de las actrices más representativas del cine argentino de la época y llegó a filmar 21 películas hasta su retiro, que se produjo en 1948. Tras interpretar versos de Gabriel Mistral y Belisario Roldán por la radio, la actriz dio sus primeros pasos en la interpretación a raíz de un certamen organizado por el periodista Chas de Cruz, uniéndose al elenco de la película Canción de cuna (1941), de Gregorio Martínez Sierra.

Al año siguiente, filmó seis películas, entre ellas Su primer baile, de Ernesto Arancibia; La novia de primavera; Cada hogar un mundo, con Homero Cárpena y Los chicos crecen, con Carlos Hugo Christensen, que la dirigió también en Dieciséis años (1943), para la empresa Lumiton. Además, la actriz protagonizó Cuando florezca el naranjo, junto a Ángel Magaña y con dirección de Alberto de Zavalía, y en 1945 encabezó el elenco femenino del film Besos perdidos. Un año más tarde, participó en Las tres ratas, donde formó un exitoso trío junto a Amelia Bence y Mecha Ortiz.

Duval trabajó con Roberto Airaldi y con Narciso Ibáñez Menta como primera figura. En teatro, llevó a escena la pieza No es cosa para chicas, en 1944. Luego de encarnar a Margarita en Milagro de amor (1946), interpretó al personaje de Julia en La senda oscura (1947), de Luis Moglia Barth, y a Olga Arévalo en La serpiente de cascabel (1948), con Beba Bidart como bailarina.

Al finalizar 1947, Duval era una de las actrices más destacadas de la época. En 1948 realizó uno de sus papeles más importantes en la superproducción Historia de una mala mujer, bajo las órdenes de Luis Saslavsky. Luego intervino en El extraño caso de la mujer asesinada. En 1948 contrajo matrimonio con José Grosman y, al poco tiempo, se retiró de la vida artística. A partir de entonces, se volcó a obras de beneficencia para el Hospital Israelí.

A pesar de su prometedor futuro, Duval se retiró tempranamente de la actuación. “Cuando se retira del cine, a pedido de mi abuelo, lo hace también por amor al prójimo, a la familia, y por lo que fue creando y haciendo en relación a otras actividades a beneficio: tuvo un comedor y trabajó durante más de diez años para el Hospital Israelita”, menciona su familia.

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fuente la nación