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El futbolista Mauro Icardi atraviesa un momento difícil tras la suspensión de la audiencia de divorcio con Wanda Nara en Italia. Pese a que viajó con la intención de firmar la separación, la justicia italiana decidió postergar el proceso y evalúa la posibilidad de trasladar el caso a Argentina, lo que podría significar un revés legal para el delantero del Galatasaray.

Un divorcio en disputa entre dos países

Icardi esperaba que el proceso de separación y la disputa por la tenencia de sus hijas se resolvieran en Europa, donde la pareja residió durante años y donde, según su equipo legal, tendría más posibilidades de obtener un fallo favorable. Sin embargo, la postura del tribunal italiano no es la que él esperaba.

De acuerdo con información revelada por Ángel de Brito, la audiencia fue reprogramada para el 27 de mayo y el juez no descartó la posibilidad de que la competencia se traslade a Argentina, país en el que actualmente reside Wanda junto a sus hijas, Francesca e Isabella.

Además, el magistrado dejó en claro que cualquier decisión respecto a las menores debe ser tomada por la justicia argentina, lo que complica las aspiraciones de Icardi, quien había solicitado que sus hijas regresaran a Italia o, en su defecto, que Wanda se mudara nuevamente a Europa para poder compartir más tiempo con ellas.

Demanda por manutención

A este conflicto legal se suma una nueva preocupación para el futbolista: un fallo en su contra por falta de pago de la manutención de sus hijas. Según trascendió, Wanda Nara ha restringido el contacto entre Mauro y las niñas, lo que agrava aún más la situación familiar.

Por ahora, las abogadas del delantero trabajan para revertir el panorama legal y evitar que el caso pase a la justicia argentina, donde la mediática empresaria podría tener más ventajas en la disputa. Con la audiencia postergada y un fallo pendiente, el divorcio de Icardi y Nara sigue sumando capítulos de tensión e incertidumbre.