"Si me busca la Policía digan que me fui": la carta del hombre armado en Tribunales
El sujeto sabía que la fuerza lo iba a detener por una nueva denuncia de presunto abuso.
Este martes, un hombre se quitó la vida de un disparo en la sala de espera de audiencias públicas penales, en el subsuelo del edificio de Tribunales del Poder Judicial de San Juan. Se conoció que el fallecido dejó un escrito en su casa en el que pedía a su familia que "si me viene a buscar la Policía le dicen que ayer me fui a la casa de un conocido en Jáchal o Iglesia, para alguno de esos lugares me fui en colectivo. No saben cuándo regreso".
El fallecido era un expolicía de 60 años que, según los voceros, ingresó con el arma entre sus ropas alrededor de las 12 de este martes, acompañado de una señora, y se dirigió abajo al costado Sur. La reconstrucción del hecho indica que luego se retiró, retornando a los pocos minutos al lugar. En ese momento, el personal de Mesa de Entradas le preguntó el motivo de su presencia, a lo que el hombre expresó que esperaría a su abogada.
Ahí tomó asiento y después, a eso de las 13.30, cuando los empleados de dichas oficinas (SAP) se habían retirado luego de culminar la jornada laboral y habiendo quedado solo, el expolicía extrajo de entre sus prendas de vestir un arma y atentó contra su vida efectuandose un disparo en la boca. La muerte fue inmediata. Ante el ruido del impacto, empleados de ese sector dieron aviso de inmediato a las autoridades policiales.
Distintas fuentes judiciales coincidieron en que en el edificio fallaron los protocolos de seguridad. Los detectores de metales están comprados, pero la Corte de Justicia todavía no ordenó su colocación. Los voceros hicieron hincapié en que el hombre permaneció bastante tiempo en Tribunales, demostrando actitudes extrañas que no pudieron ser detectadas por los policías. A las 12.35 las cámaras habían capturaron al hombre.
Fuentes del caso señalaron que iba junto a una mujer que lo acompañó a ser atendido en mostrador. Minutos después se marchó, con gestos de enojo. A las 13 tomó un vaso con agua e ingresó al baño. Luego volvió a beber agua y entre las 13.27 y las 13.29 tres personas de la SAP salieron, lo vieron y siguieron. Mientras que a las 13.33 fue el disparo. La víctima tenía una condena, pero se encontraba en libertad porque el fallo no estaba firme.